iCANDELA_CN38

En todos estos movimientos se tratará con especial fuerza el ornamento. Se diferenciará entre el noble (útil) y el innoble (pura fachada, decorado del que se debe huir). Esta época coincide con la aparición de la luz artificial eléctrica. Hasta entonces no existía la idea de la doble concepción de la arquitectura: por un lado la imagen fruto de la iluminación diurna y por otro la de la iluminación nocturna. El papel de los arquitectos fue fundamental para asimilar esta dualidad. La concepción de la iluminación espacial interior bus- cará satisfacer ambas imágenes. ART NOVEAU: BÉLGICA Y FRANCIA La arquitectura de este movimiento recibe a la luz eléctrica incorporándola como un objeto más de la decoración interior de las viviendas. Son inicial- mente los artistas (vidrieros, metalistas y escultores) que habían diseñado las lumbreras de gas y velas quienes incor- poran la electricidad en el diseño de las nuevas luminarias, bajo las directrices formales de los arquitectos. Dentro de esta intencionalidad de que la arquitectura sea una obra de arte total, el arquitecto se encarga de diseñar hasta el más mínimo detalle (baran- dillas, pomos de puerta, luminarias ...). Todo tiene su razón de ser y su lugar. La arquitectura es algo que te rodea. Los objetos, luminarias incluidas, deben ser "estos" y no otros. El máximo exponente de este movi- miento podríamos considerar que se trata de Víctor Horta. En sus edificios encontramos un interés especial por representar fielmente el reparto de las cargas en las líneas curvas de los capite- les, convirtiéndose éstos, de este modo, en un ejemplo de ornamento noble. Su peculiar estilo de cintería está presente en todos los elementos interiores (los estucados de las paredes, barandillas, luminarias…). Otro ejemplo de Art Noveau se da en el mobiliario urbano, concretamente en las marquesinas del Metro de París. Éstas fueron diseñadas por Hector Guimard, y Hector Guimard. Entradas al Metro de París, 1900-1912. de nuevo incluyen la iluminación como uno de sus elementos principales. El objetivo en este caso era el de hacer la ciudad más bella. Su rasgo más característico es el diseño modular, que buscaba la estandariza- ción industrial y la difusión del nuevo arte a gran escala. Guimard se basó en el principio del ornamento estructural. 15 EXPERIENCIA

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx