nº 28 - pág 14 tierras CAPRINO] 2019 bovina. Igualmente, también hubo un incremento significativo de los niveles de anticuerpos séricos entre los 3 y 21 mpv, en todos los grupos vacunados. Se observaron diferencias según la edad de vacunación de forma que los niveles más elevados se encontraron en los animales vacunados a los 5 meses, y los menores en los individuos adultos. No se encontraron reaccionantes positivos a tuberculosis en las dos pruebas de IDTB realizadas. Tras el estudio de los signos clínicos y la necropsia de los animales que se eliminaron, no se detectaron bajas asociadas a paratuberculosis en ninguno de los grupos. Sin embargo, cuando se analizó el número de bajas totales, se observó que era significativamente menor en los grupos vacunados (6,12%) que en los no vacunados (14,13%). Esto era especialmente evidente en el grupo de cabritos vacunados con 1,5 meses, donde solo hubo 3 bajas durante el primer año entre los no vacunados, causadas en todos los casos por procesos neumónicos. Estos resultados sugieren que la vacunación de paratuberculosis, especialmente en animales jóvenes, induce una protección heteróloga frente a otros procesos infecto-contagiosos causados por agentes infecciosos no relacionados con las micobacterias. Una situación similar había sido ya observada en el caso de la tuberculosis humana, donde hay estudios que señalan que, en niños vacunados con la vacuna BCG frente a tuberculosis, hay menor mortalidad y una menor frecuencia de presentación de casos de neumonía. Los resultados de este estudio sugieren que la vacuna frente a paratuberculosis, enfermedad que al igual que la tuberculosis también está causada por una micobacteria, podría inducir un efecto beneficioso para el estado sanitario de los animales vacunados, similar al observado en la especie humana. ESTUDIOS EN ANIMALES INFECTADOS DE FORMA EXPERIMENTAL Las infecciones experimentales en animales, llevadas a cabo bajo condiciones controladas, son uno de los principales métodos para el estudio de la patogenia de distintas enfermedades y de los factores que pueden influir, como la vacunación. En el caso de la paratuberculosis, el estudio en condiciones experimentales del efecto que tiene la vacunación cobra especial relevancia, ya que aún se desconocen los mecanismos concretos por los cuales logra un efecto protector frente al desarrollo de la enfermedad. A este respecto, se ha podido comprobar que la vacunación, si bien no previene la entrada de Map al organismo, sí que es capaz de lograr una limitación de la extensión e intensidad de las lesiones provocadas tras la infección, así como una reducción de la excreción de Map al medio. Por otro lado, como ya se ha señalado, también existen diversos estudios en condiciones de campo que han sugerido que la vacunación podría tener un efecto terapéutico al lograr una reducción de la aparición de nuevos casos clínicos tras vacunar animales adultos, presumiblemente ya infectados, en rebaños con casos clínicos de paratuberculosis. Sin embargo, esta hipótesis no ha sido comprobada en condiciones controladas. Únicamente hay un estudio realizado en corderos pero que estudia el efecto de la vacunación solo dos semanas tras la infección, y no en casos comprobados de infección instaurada. El segundo estudio que aquí se presenta ha tenido el objetivo de valorar el efecto de la vacunación, previa o posterior a una infección experimental con Map, sobre la patogenia de la paratuberculosis, valorando el desarrollo de lesiones, la respuesta inmunitaria periférica y local o la colonización de Map en tejidos y heces. Se emplearon 35 cabritos de 1,5 meses de edad, de raza Murciano-Granadina, que fueron separados en 6 grupos experimentales. Un grupo de 8 cabritos (VI) fue vacunado 30 días antes de que se les infectara de forma oral con la cepa K-10 de Map; 4 cabritos (VNI) permanecieron como animales control de esa vacunación; 9 cabritos fueron infectados, pero no vacunados (NVI); 5 cabritos fueron infectados y 150 días después fueron vacunados (IV); 2 cabritos permanecieron como controles de esa vacunación a los 150 dpi (NIV) y, por último, 7 cabritos permanecieron como animales sin vacunar ni infectar (NVNI). La inmunización se llevó a cabo con la vacuna inactivada Gudair® y para el desafío se empleó la cepa de referencia K-10 de Map. Se tomaron muestras de sangre con periodicidad mensual, entre los 0 y 360 días post-vacunación (dpv), para evaluar la respuesta inmunitaria periférica celular y humoral, con las mismas técnicas del primer estudio, y a los 120 dpv (90 dpi) se realizó la prueba de IDTB comparada, empleando PPD aviar y bovina. A los 120 días post-infección (dpi) y a los 330 dpi se llevaron a cabo sacrificios para evaluar el efecto de la vacunación sobre el desarrollo de las lesiones, la respuesta inmunitaria local y la presencia de micobacterias en tejidos.
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