CK27 - Tierras Caprino

nº 27 - pág 53 [tierras CAPRINO 2019 podría decirse que tiene un 65% en costes de alimentación, un 20% para mano de obra y un 15% para el resto de costes. TI.- ¿Qué estrategias pueden tomar los ganaderos para disminuir el principal coste de la alimentación? ¿Hay mucha diferencia entre explotaciones en función de si se tiene producción propia agrícola? F.B.- Según nuestro criterio, se debe realizar una previsión de la alimentación anual para determinar que necesidades de compra que hay que realizar. Elaboramos las raciones de cada grupo productivo en función de las necesidades y a mínimo coste incluyendo las materias propias a coste de mercado y materias que tengan una buena relación entre calidad nutritiva y coste. Con este modelo se da la paradoja de que alguna vez puede ser más interesante vender alguna materia propia, hacerla ‘dinero’ y utilizar el mismo para comprar otra materia de mejor ratio calidad/coste. Para nosotros, hay un ratio que indica claramente si estamos optimizando la alimentación de la granja. Se trata del coste de alimentación entre el ingreso por leche. Es decir, de cada euro ingresado por leche, cuanto destino a pagar la alimentación total de la granja. Este dato es directamente proporcional a la rentabilidad de la granja y en general no debería ser mayor del 70%, es decir, no se debería destinar más de 0,70 euros a la alimentación por euro de ingreso de leche. En general, las explotaciones que tienen posibilidad de generar forraje propio pueden tener menos inconvenientes para optimizar su coste de alimentación, más por la correcta gestión agrícola que permite obtener alimentos de alta calidad, que muchas veces son difíciles de conseguir en el mercado. TI.- Y en el caso de la mano de obra, ¿qué medidas se deben aplicar para reducir su coste? ¿Es razonable adoptar restricciones de costes en otros aspectos como los gastos veterinarios? F.B.- La mano de obra puede convertirse, sin no lo es ya, en el factor de riesgo más importante para la rentabilidad y sostenibilidad de las explotaciones de leche. Y no sólo de caprino, de cualquier especie productora de leche. Tengamos en cuenta que las horas de trabajo por animal presente y año están entre 6-8 horas. Esto implica un ratio de 220-300 cabras por UTA en función de las características de cada explotación y que el coste por animal puede variar entre los 50-70 euros por animal presente y año. Cualquier medida que permita optimizar esta partida y que el coste esté más cerca de los 50 euros debe ser estudiada. A veces es mejor cambiar costes de mano de obra por costes de amortización. En cuanto a los gastos veterinarios creemos que deben tratarse como el resto de costes. Analizados y optimizados en función de necesidades reales. Teniendo en cuenta que no suelen ser mayores del 2% de los costes totales, no es una partida que sea determinante en la rentabilidad de la explotación. TI.- ¿Cuál es la importancia los costes energéticos en una explotación de caprino lechero y cómo han evolucionado en los últimos años? ¿Qué medidas son interesantes para reducir su importancia? F.B.- Estamos en el mismo punto que en la anterior cuestión. El análisis de los datos de nuestra explotación puede indicarnos si estamos gestionando mal este recurso y cómo podemos mejorarlo. En la actualidad existen mecanismos para la optimización de este recurso y empresas que se están dedicando a auditar y proponer soluciones para la mejora. Como ejemplo básico podríamos hablar de generar electricidad propia mediante placas fotovoltaicas y utilizar un variador de frecuencia para los motores de la sala de ordeño. TI.- ¿Qué papel juega la gestión en el establecimiento de protocolos sanitarios? ¿Qué elementos debe contar un buen protocolo sanitario en una explotación? F.B.- La sanidad es un pilar básico para la rentabilidad de cualquier explotación ganadera. Sin sanidad es casi imposible hacer un proyecto de futuro. La implantación de un programa sanitario en la explotación que tenga un marcado carácter preventivo, unido a medidas básicas de bioseguridad, son esenciales. Debe ser ordenado, sistemático y completo y debe estar protocolizado en su desarrollo y aplicación. En general consideramos esta partida más como una inversión que como un gasto, es decir, creemos que el retorno por euro Sanidad y Rentabilidad ✚

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