CK27 - Tierras Caprino

nº 27 - pág 48 tierras CAPRINO] 2019 IDT simple, mientras que sí se tienen en cuenta los animales, 508 (0,4%) fueron sacrificados al ser positivos a esta prueba. En cuanto a los rebaños positivos, 13 habían sido vacunados y 26 no, lo que supone un 6,8% del total de las ganaderías vacunadas frente al 1,5% de las que no lo habían sido, con lo que parece que la vacunación frente a paratuberculosis sí que interfiere en la prueba de IDT simple cuando se analiza a nivel del rebaño. Sin embargo, cuando se considera el número total de animales, el porcentaje de positivos entre los que habían sido vacunados es significativamente inferior (1,9%) que en los no vacunados (7%). Esto puede estar relacionado con que el número medio de animales positivos por rebaño es muy superior en aquellos no vacunados (16,5 %) que en los vacunados (6,1%). Es decir, cuando la interferencia se debe a la vacunación por paratuberculosis, el número de animales positivos es bajo, mientras que, si es por la presencia de tuberculosis, es mucho mayor. En este momento, aún no se dispone de todos los resultados del cultivo microbiológico de M. caprae o M. bovis¸ por lo que no se sabe en cuántos animales positivos se aisló la bacteria causante de la tuberculosis. Los datos preliminares indican que, además, de los positivos encontrados entre los animales vacunados, en un 23% se aisló M. caprae¸ luego la positividad se asociaba seguramente a la existencia de tuberculosis. Cuando se analizó el tiempo transcurrido desde la vacunación, se encontró que no hubo animales positivos entre aquellos en los que hubieran transcurrido 12 meses entre la vacunación y la campaña. Un 0,2% de las cabras en las que habían pasado entre 8 y 12 meses entre ambas actuaciones fueron positivas, porcentaje que se incrementó hasta el 3,4% entre aquellas en las que se realizó la prueba de IDT simple en los 8 meses transcurridos desde la vacunación. Esto indicaría que la interferencia se reduce conforme pasa más tiempo entre la vacunación y la campaña. Por otra parte, 13 (33,3%) explotaciones positivas a IDT presentaban también evidencia de paratuberculosis, mientras que esta enfermedad no se habría diagnosticado en las 26 restantes (66,7%). En cuanto a los animales, 55 (10,8%) tenían lesiones de paratuberculosis y los otros 453 (89,2%) eran negativos. A la vista de estos resultados, si bien no puede realizarse un estudio estadístico al no conocer en cuantos rebaños de los negativos a IDT existiría paratuberculosis, no parece que la presencia de paratuberculosis influya de forma importante en el resultado de la IDT simple. Sí que se confirmó el efecto beneficioso de la vacunación frente a paratuberculosis ya que si bien no había diferencias en la presencia de lesiones entre vacunados y no vacunados (12,4% frente a 10,4%) sí que la hubo en la detección de lesiones graves asociadas a casos clínicos, que solo se encontraron en animales no vacunados. Las conclusiones de este estudio, aún preliminar, son Foto 7. Prueba de intradermotuberculinización. que la vacunación frente a paratuberculosis interferiría en las campañas de erradicación de la tuberculosis caprina empleando la IDT simple, pero de forma muy limitada al producirse en un bajo número de casos. Además, dicha interferencia se va reduciendo según va pasando el tiempo desde la vacunación, por lo que parece recomendable incrementar el intervalo de tiempo entre la vacunación y la realización de la campaña, siendo deseable que fuera por lo menos de un año. AGRADECIMIENTOS A la Junta de Castilla y León, particularmente al Servicio de Sanidad Animal, por haber proporcionado los datos para este estudio. Tabla 1. Relación entre la positividad a la IDT simple y el estado de vacunación de los rebaños. Novedades en Paratuberculosis ✔

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