CK27 - Tierras Caprino

nº 27 - pág 26 tierras CAPRINO] 2019 INTRODUCCIÓN Los lentivirus que afectan a ovejas y cabras se agrupan bajo la denominación de Lentivirus de Pequeños Rumiantes (LVPR). Originalmente descritos atendiendo a la especie de la que se aislaron, el virus ovino Maedi Visna (VMV) y el de la artritis encefalitis caprina (CAEV) infectan indistintamente ovejas y cabras. Estudios filogenéticos posteriores han dibujado un mapa de relaciones entre los LVPR que se traduce en la existencia hasta el momento de cuatro genotipos (Ver Figura 1). La presencia de la infección es mundial y se considera endémica en los países de la Cuenca Mediterránea. Los LVPR causan un cuadro clínico multisistémico que afecta a pulmones, articulaciones, sistema nervioso central y glándula mamaria (Ver Figura 2) disminuyendo las producciones, tanto cárnicas como lecheras, el valor comercial de los rebaños y el estado sanitario de los mismos (2). Actualmente no disponemos de estrategias de vacunación o tratamientos efectivos por lo que el control de la infección se realiza a través del diagnóstico serológico y la implementación de medidas de manejo del rebaño, llegando a certificar rebaños libres de LVPR. Sin embargo, la circulación de variantes virales dificulta el control y erradicación de la infección. DIAGNÓSTICO SEROLÓGICO DE LOS LVPR La infección, que ocurre a través de la ingesta del calostro y/o leche o del contacto directo entre animales, da como resultado una activación del sistema inmunológico mediante procesos inflamatorios, en los órganos diana y la producción de anticuerpos no protectores. Los anticuerpos frente a los LVPR aparecen aproximadamente cuatro semanas posteriores a la infección natural y son detectables durante toda la vida permitiendo el diagnóstico de la infección de manera indirecta. Las técnicas inmunológicas más empleadas para detectar los anticuerpos frente a los LVPR son la inmunodifusión en gel de agar que, debido a la subjetividad en la interpretación CONTROL DE LOS LENTIVIRUS OVI-CAPRINOS Ramsés Reina1, Irache Echeverría1, Hugo Ramírez2, Damián de Andrés1 1Instituto de Agrobiotecnología (CSIC-Gobierno de Navarra). Avda. Pamplona, 123. Mutilva (Navarra) 2Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán. Universidad Nacional Autónoma de México ramses.reina@csic.es y la necesidad de una gran cantidad de anticuerpos, adolece de una falta de sensibilidad en comparación con otras técnicas automatizables, de interpretación objetiva y que ofrecen mayor sensibilidad como el ELISA. ELISAS COMERCIALES Los ELISA disponibles están diseñados, en su mayoría, teniendo en cuenta tan solo uno de los genotipos descritos de LVPR, el genotipo A. Se ha descrito que los antígenos derivados del genotipo A, y no del B, detectan mejor la presencia de anticuerpos que presentan reacción cruzada entre infecciones con genotipo A o B (Ver Tabla 1). LIMITACIONES DEL DIAGNÓSTICO SEROLÓGICO A pesar de los buenos resultados de los tests serológicos en la aplicación de programas de control, existen limitaciones intrínsecas a estos métodos que dificultan el diagnóstico. Entre ellas, destacan la presencia de animales infectados que producen bajos títulos de anticuerpos, por debajo del límite de detección, la fluctuación en la respuesta humoral de los individuos que puede dar resultados incoherentes, la presencia de anticuerpos maternales que puede dar lugar a falsos positivos o la circulación en los rebaños de estirpes no incluidas en el diseño antigénico de los tests, que podrían Figura 1. Relaciones filogenéticas entre los distintos genotipos de Lentivirus de Pequeños Rumiantes (LVPR) (1). Alerta con el CAEV

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