CK27 - Tierras Caprino

nº 27 - pág 16 tierras CAPRINO] 2019 D.R.G.- Tendemos a creer que el sector caprino es más tradicional y de alguna manera se asocia también a mayor bienestar, pero realmente en COVAP trabajamos en todas las especies animales lecheras de la misma forma, con las particularidades de cada uno. Por otro lado, la cabra es un animal muy inteligente, que se maneja muy bien si sabemos entenderla. Los ganaderos dedican mucho tiempo a observar a los animales y entender lo que quieren y la cabra es extraordinaria para hacerse entender. TI.- ¿Cuáles son los grandes pilares del bienestar animal? ¿Pueden establecerse unos estándares o parámetros generales que permitan objetivarlo en el caso del caprino? D.R.G.- El bienestar animal se basa en tres pilares: mantener la fisiología normal del animal, conocer las emociones y respetar el comportamiento innato de la especie. Así, al hablar de fisiología comentaremos la ausencia de hambre y sed, el mantener un estado de salud y un confort físico y térmico. En el capítulo de emociones, se estudia la ausencia de dolor, sobre todo de dolor crónico, la ausencia de miedo y el manejo de las dominancias. En el comportamiento, se trata de respetar las conductas naturales de la especie, la forma que expresa el celo, la forma en que se relaciona con otros animales y con el entorno que la rodea, sin caer en el aburrimiento. Objetivar todo esto en un estándar común es muy complejo y aún más en el ganado caprino. Esto ocurre por la gran diversidad de razas y sistemas de crianza en el mundo que hacen muy poco comparables unas ganaderías con otras. TI.- ¿Existen algunos puntos críticos en el proceso de producción o en las propias instalaciones que puedan comprometer de forma más aguda esos niveles de bienestar y que deban vigilarse o gestionarse con especial esmero por parte de los responsables de las granjas? D.R.G.- Los puntos críticos de las instalaciones son todos aquellos que puedan generar competencias entre los animales por un recurso, como por ejemplo comederos o bebederos. Aunque también hay que prestar atención al diseño de pasillos y zonas de circulación o descanso para eliminar áreas de riesgo. En cuanto al manejo en general, toda la interacción con el hombre debe ser cuidadosa, para evitar el miedo y tener una relación de interdependencia, y esto no se puede forzar, debe ser un sentimiento que nace del respeto por el animal. TI.- ¿Pueden medirse de alguna forma el grado de cumplimiento de esos estándares para establecer o calificar el nivel de bienestar que existe en una explotación caprina? D.R.G.- Claro que puede medirse, y de hecho existen muchos indicadores directos e indirectos del grado de bienestar ya objetivados en vacuno de leche, en el caprino estamos trabajando en la estandarización en este momento, para poder hacer mediciones similares y comparables en granjas muy distintas. TI.- ¿Existe la opción de certificarse de manera oficial como granja que cumple con los estándares de bienestar animal, como sucede por ejemplo en vacuno o en ovino? D.R.G.- Las condiciones de producción del ganado vacuno están bastante estandarizadas, incluso a nivel de los diferentes países de la Unión Europea. Esto ha posibilitado el desarrollo de modelos de medición del bienestar animal, tal como el conocido ‘Welfare Quality’. Estas metodologías permiten medir y comparar unas granjas con otras. En caprino se están desarrollando estos modelos, pero es un trabajo muy complejo por la enorme diversidad, tanto de sistemas de producción como de las propias razas caprinas. Este es el primer paso para tener una certificación homologable para todo el sector. TI.- Las nuevas tecnologías y los sistemas electrónicos de identificación del ganado ayudan sin duda a gestionar el bienestar y a mejorar los controles sobre su cumplimiento. ¿Es posible monitorizar la explotación para mantener un chequeo permanente sobre el grado de cumplimiento de estos estándares o requisitos? D.R.G.- Las nuevas tecnologías están cambiando todo el sector primario, y el caprino es un sector innovador con importantes adelantos. Los sistemas de gestión de la información que algunas razas caprinas tienen en marcha son excelentes y de primer nivel. Ya existen sistemas capaces de medir a tiempo real la actividad de los animales, el tiempo que están acostados, incluso la temperatura corporal o el tiempo de rumia. Todos estos parámetros de bienestar animal ayudan a mejorar el manejo de la granja y al ganadero a tomar mejores decisiones. Todos los sistemas electrónicos que permitan un diagnóstico temprano de problemas son interesantes, siempre es mejor prevenir que curar. Estos sistemas ayudan a nuestros ganaderos a lograr su gran objetivo: saber que en todo momento su granja, que es su medio de vida, está en perfectas condiciones, con animales sanos, bien cuidados, bien alimentados, cómodos y confortables. Apuesta por el Bienestar ✔

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