TURISMO 60 Durante los últimos 100 años, la temperatura media global ha aumentado 1 grado. 11 de los 12 años más calurosos desde 1850 se concentran entre 1995 y 2006. España ese calentamiento ha sido de 1,5 °C en zonas como el Ártico aumenta hasta 5 grados. Y el crecimiento es, como estaba previsto, exponencial. Son datos. Entre las muchas consecuencias que este calentamiento provoca está la sequía. En España estamos viendo la sequía más dura al menos desde 1970. Otras consecuencias son la desertificación, el aumento del nivel del mar, o el cambio de las corrientes marinas. Entre los aspectos climatológicos más significativos además de las sequias prolongadas se encuentran el cambio de los patrones de lluvia. Lluvias torrenciales, mayor erosión del suelo, perdida de terrenos de cultivo, de productividad agrícola o de zonas de ocio costeras. El turismo es un sector extremadamente relacionado con el clima. Nuestro país ha hecho de su oferta de sol y playa un atractivo fundamental. Se trata del mayor producto turístico y somos de los principales destinos mundiales. Una península con 7.900 km de costas, que luego se ha completado con otros atractivos como la gastronomía, la cultura o el ocio, pero no nos engañemos el clima ha sido en motor de nuestro desarrollo turístico. Pero la pregunta que tenemos que hacernos es: ¿cómo puede ser nuestro modelo turístico con una climatología más parecida a la de Marruecos, Túnez o Israel que a la que hemos tenido hasta ahora? Como afectara el cambio climático al turismo: • El sol es un factor de atractivo turístico. Pero solo hasta cierto punto. Demasiado calor desincentiva el turismo en ciertas épocas del año. Ha sido el caso de países del sur del mediterráneo. Es previsible que en muchas zonas acabemos no buscando el sol sino protegiéndonos de él. • El aumento del nivel del mar amenaza con erosionar playas y alterar los ecosistemas marinos, reduciendo así el atractivo de destinos costeros. Son muchas las playas del mediterráneo que tienen dificultades para mantener sus playas de forma natural. • Eventos climáticos extremos: Huracanes, incendios, tormentas y otras condiciones extremas pueden disuadir el turismo, dañar infraestructuras y reducir la temporada turística efectiva. • Cambios en la biodiversidad: La alteración de hábitats puede llevar a la pérdida de biodiversidad, afectando áreas naturales que atraen turistas, como parques nacionales y reservas. • El cambio climático puede provocar escasez de agua, afectando no solo a la gestión hotelera sino también a las actividades turísticas que dependen del agua, como el turismo náutico y de aventura. En los últimos meses hemos visto ya el inicio de conflicto en zonas con restricciones donde los vecinos veían a los turistas como competidores por ese recurso escaso. La mayoría de programas europeos anteriores a Next Generation hacían foco en las medidas para evitar el cambio climático. Sin embargo, Next Generation ha incluido un cambio de perspectiva que no es menor, aunque para muchos haya pasado desapercibido. Ya no se habla de medidas para prevenir el cambio climático, sino de tomar medidas para adaptarnos a él. Esta nueva perspectiva que se ha presentado como una visión realista, pero también una parte dolorosa. Asumir una derrota como colectivo. No hemos sido El asumir que no hemos sido capaces de evitar el calentamiento global que sabemos que se estaba produciendo desde hace más de 30 años que ahora nos toca lidiar con las consecuencias. Leonard Pera, CEO Open-Ideas. Presidente Grupo Internacional AUTELSI Turismo a 50 grados
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