El Big Data, cada vez más presente en las ciudades españolas El presente y el futuro de nuestras vidas pasa por la digitalización, una de cuyas bases es el Big Data. Las ciudades están aprovechando las potencialidades que aporta la gran variedad de datos provenientes de distintas fuentes que no siempre pueden ser analizados por las herramientas tecnológicas más extendidas. Ese volumen, el hecho de que esas informaciones provengan de distintos orígenes y la necesidad de que ese volumen de inputs deba ser estructurado a gran velocidad hacen necesaria la utilización de sistemas Big Data. Los ámbitos de aplicación del Big Data en el ámbito urbano son múltiples. Y serán aún más cuando vayan encajando otras tecnologías o tendencias, como la Inteligencia Artificial o el Machine Learning. Como sucede en otros muchos ámbitos, la confluencia de herramientas digitales multiplica sus posibilidades y beneficios. Algunas de las áreas en las que el Big Data se está incorporando a la gestión municipal son el tráfico rodado y sus derivadas, como la contaminación ambiental (atmosférica y acústica). Para ello, las aportaciones de las cámaras de tráfico o de los sensores GPS que incorporan los vehículos de transporte público, así como los particulares en sus smartphones, son muy relevantes. Se tata de datos que pueden ser consultados en multitud de aplicaciones dedicadas a la movilidad y en herramientas tan útiles como google maps y similares. Este volumen de datos permite detectar patrones, flujos y cuellos de botella frecuentes. No obstante, la tecnología no puede evitar los atascos, que suelen reproducirse a diario en los mismos lugares, pero al menos ofrece información que facilita a los usuarios de las vías urbanas tomar decisiones que reduzcan la pérdida de tiempo y, también, la contaminación atmosférica y acústica. En situaciones imprevistas, como accidentes o incidencias de otro tipo, el Big Data facilita la rápida toma de decisiones, desde la información 53 ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
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