ComunicacionesHoy_CH203

27 IOT A partir de ahí, los otros dos factores que contribuyen y contribuirán a esta hiperconectividad son: • Extensión y mejora de las telecomunicaciones, con una gran variedad de tecnologías que permiten su adaptación a necesidades específicas y que van desde conexiones personales como RFID para distancias muy cortas, hasta conexiones vía 5G o incluso satélite para cubrir distancias extremadamente grandes. • Extensión y mejora de las tecnologías cloud, que sirven de soporte a IoT y constituyen el corazón de las mismas, ya que permiten dotar de capacidad de almacenamiento, análisis y procesamiento de datos y su transformación en información, contribuyendo a la generación de valor a través de las denominadas economías del dato para organizaciones y sociedades data driven. Tomando como base lo anterior, ya se encuentran en mercado gran cantidad de casos de uso en áreas muy diversas: agricultura inteligente, ciudades inteligentes, logística, control industrial, emergencias, etc., pero atendiendo a la eclosión que sufrirá la tecnología IoT en los próximos años, podría decirse que la hiperconectividad de las cosas podría venir de la mano del despliegue masivo y pleno de la tecnología 5G, capaz de ofrecer conectividad para cientos de miles de dispositivos, con una latencia de alrededor de 3 milisegundos. Si bien es cierto que no todas las soluciones IoT requerirán de estas capacidades y que, de hecho, en algunos escenarios se requerirán precisamente las tecnologías más antagónicas a esta, denominadas 0G (con limitadas capacidades de interconexión y altas latencias), cabe pensar, por ejemplo, en un caso de uso típico: el vehículo autónomo y conectado y las tecnologías V2X, donde sin duda cobrará una fuerte importancia el tiempo real y la capacidad de procesamiento y conectividad, unida a la sensórica que terminará equipando el parque de vehículos. Pero esta hiperconectividad no está exenta de riesgos, dos de los más relevantes que cabría mencionar serían la seguridad y la estandarización. La seguridad, en todas sus facetas, será determinante y requerirá, como siempre en este ámbito, de concienciación, capacitación personal y capacidades tecnológicas de todos los componentes de ecosistemas IoT, tanto software como hardware. La estandarización, desde el diseño y arquitectura de las soluciones, hasta la propia consideración de la captación de datos como un mecanismo esencial a tener en cuenta en el ciclo de vida de la información, debería contemplar también la definición de ontologías, modelos de datos estándares e interfaces comunes de interoperabilidad, promoviendo así, además de la hiperconectividad, la hiperinteroperabilidad a través de APIs en modelos cloud. Sin duda, queda un futuro apasionante de crecimiento en el ámbito de la tecnología IoT para cualquier sector, en el que, combinada con otras (Inteligencia Artificial o AIoT, por ejemplo), la conectividad, captación y traducción de datos del mundo físico al mundo digital llevarán las capacidades de automatización hasta cotas insospechadas, lo que, a su vez, contribuirá de una forma significativa a la digitalización y avance tecnológico de la sociedad en su conjunto. n La hiperconectividad IoT no está exenta de riesgos, dos de los más relevantes que cabría mencionar serían la seguridad y la estandarización

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