TRIBUNA DE OPINIÓN incentivar una mejora en las competencias y habilidades que exigen las revoluciones digitales y ‘verde’. Desde esta perspectiva, es importante no descuidar el componente de la formación en los grandes proyectos estratégicos (PERTE, IPCEI, etcétera) financiados por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Habrá espacio para multitud de programas de ayudas a la formación, así como a la modernización del propio sistema educativo en España. Concretamente, la política palanca VII del Plan de Recuperación, ‘Educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades’, estará dotada con 7.317 millones de euros. En este gran paquete se integra el Plan Nacional de Competencias Digitales (PNCD), que ofrece al fin un enfoque integrado de las políticas públicas en este ámbito por parte de los distintos ministerios, y estableciendo unmodelo de liderazgo de arriba abajo, desde el Estado a las comunidades autónomas. Es lo más cerca que hemos estado nunca en España de una verdadera estrategia común para la formación digital, a la que esperamos que se sumen ayuntamientos, organizaciones de Tercer Sector y empresas. RECURSOS FORMATIVOS En todo este contexto, a punto de concluir el segundo año del Plan de Recuperación, afrontamos 2023 con un optimismo particular, precisamente porque es el año en el que veremos el nacimiento de programas muy interesantes para la formación y el asesoramiento en transformación digital. Programas como el de ‘Agentes del Cambio’, que gestionará la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial junto con la EOI, no solamente serán ambiciosos en términos de presupuesto y de volumen de destinatarios. Además, complementarán los programas de financiación de soluciones digitales, como el ‘Kit Digital’, un programa que ya es un éxito por su capacidad para gestionar eficientemente ayudas dirigidas a cientos de miles de pymes. De esta combinación de compra de soluciones tecnológicas y recursos formativos emergerá el verdadero efecto El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia representa una oportunidad única indiscutible para incentivar una mejora en las competencias y habilidades que exigen las revoluciones digitales y ‘verde’. Desde esta perspectiva, es importante no descuidar el componente de la formación en los grandes proyectos estratégicos (PERTE, IPCEI, etcétera) financiados por el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia transformador de los fondos del ‘Kit Digital’. Qué mejor broche para un año 2023 que la Comisión Europea ha designado ya como el ‘Año Europeo de las Capacidades’. Por último, muy relacionado con lo anterior, quisiera redundar en la importancia de formar a los formadores. En etapas educativas como la Secundaria o la Formación Profesional, el rol del docente-orientador puede resultar decisivo para que los estudiantes asienten mejor los conocimientos, encaminen sus carreras hacia los ámbitos adecuados y, en último término, maximicen su empleabilidad. En definitiva, gracias a la formación en digitalización, confiamos en que 2023 sea el punto de inflexión a partir del cual podamos empezar a soñar no sólo en recuperarnos de esta crisis, sino en transformarnos para salir de ella siendo un país más próspero, más innovador y más competitivo. n 12
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