Comunicaciones Hoy_CH189
Pero no solo ahí: el 82% de la pobla- ción española es urbana y se concentra en el 21% del territorio. Precisamente por eso, se espera un mayor control de la entrada y salida de los vehículos particulares en las ciudades para el año 2030. Según los expertos, incluso se llegaría a la prohibición absoluta del transporte privado en los núcleos urbanos más densos. Se baraja también la posibilidad de cargar al ciudadano por los costes que producen a los demás: por ejemplo, que a un ciudadano que vive en la sierra de Madrid, se le cobre por per- mitirle aparcar su vehículo en el centro de la ciudad. 2. Nuevos medios de transporte. El mayor reto para la Administración Pública es ofrecer “Mobility-As-A- Service”, es decir una solución potente y alternativa para el transporte en forma de vehículos compartidos o transporte públicomás dinámico y automatizado, así como nuevas maneras de moverse por la ciudad, como los patinetes o motocicletas por minutos. Por ejemplo, el ámbito de la Nueva Centralidad del Este en Madrid ha hecho una interesante apuesta por la movilidad sostenible e inteligente, planificando la construcción de vías adaptadas para todo tipo de vehícu- los eléctricos. 3. Tecnología y transporte en 2030. La conectividad 5G y las nuevas tec- nologías, como el IoT o la Inteligencia Artificial, prometen un sistema de trans- porte interconectado, ágil y dinámico que puede aportar numerosos bene- ficios, no solo sociales sino también medioambientales. El IoT podría permitir la automatiza- ción de todos los sistemas internos de transporte en una ciudad, lo que optimizaría el transporte. Esto se tra- duciría en menos tiempos de espera, desplazamientos más rápidos, mayor seguridad y menor contaminación. Mediante la Inteligencia Artificial, se podría crear un sistema de gestión interno que facilitase y optimizase los servicios que la ciudad ofrece. La IA podría llegar a controlar el volumen de transportes públicos dis- ponibles según la demanda. El Big Data también puede mejorar el rendimiento y el mantenimiento de las vías y otras infraestructuras, así como reducir las congestiones y los tiempos de viaje redirigiendo flujos por zonas menos saturadas, ayudando también al control de emisiones. Estas tecnologías desdibujan los parámetros pasados para crear una nueva manera de desplazarse en las ciudades. “En realidad, hablamos de movilidad sostenible desde hace años ya y los ODS 11 (ciudades sostenibles), 12 (producción y consumo responsable) y 13 (acción por el clima) sí que procuran, aunque sea indirectamente, una apuestapor la trans- formación en la manera en la que se producen los desplazamientos en las ciudades”, afirma JuanQuintanilla, direc- tor general de Syntonize. “El transporte consume una tercera parte de la energía de la Unión Europea y la mayor parte son petróleo o derivados, lo que signi- fica que el transporte es responsable de una gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero de laUE. Se trata de una situación insostenible que la tecnología puede ayudar a superar”. RUTINAS A TRANSFORMAR PARA MEJORAR LA MOVILIDAD SOSTENIBLE En el ámbito de la movilidad, el e-commerce también genera con- troversias debido al alto volumen de envíos (incluyendo devoluciones, y, por tanto, dobles tránsitos) y la logís- tica que precisa para llegar a tiempo –cada vez de forma más urgente y no necesariamente sostenible, óptima ni eficiente- al destinatario. Por ejemplo, la Nueva Centralidad del Este en Madrid, en su apuesta por la sostenibilidad y por conseguir "la ciu- dad de los 15 minutos” –un concepto popularizado por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo y que persigue que los habitantes de la ciudad pueden tener acceso a la mayoría de sus necesida- des esenciales a quince minutos de distancia a pie o en bicicleta-, quiere dar cabida a actividades económicas de innovación y podría acoger un gran hub desde el que recepcionar paque- tes y gestionar su distribución en el centro de la capital mediante vehícu- los de reparto sostenibles y eficientes. “El ODS 12 nos habla de consumo responsable y tenemos que pensar en la huella que emitimos en cada acción que realizamos. Ya no se trata solamente de mirar etiquetados para comprobar el uso de plásticos o quími- cos perjudiciales sino en preguntarnos si de verdad necesitamos ese producto y si lo necesitamos realmente dentro de dos horas en la puerta de nuestra casa”, continúa Quintanilla. “En este sentido, podemos priorizar la compra de productos de cercanía, entregas en bicicleta o incluso opciones de reco- gida en local para evitar la emisión de residuos en nuestro nombre”. Por otro lado, en muchas ocasiones, la inadaptabilidad de los organismos gubernamentales provoca que la socie- dad se mueva a ritmos muchos más rápidos de lo que lo hacen las leyes y las normativas sobre regulación del transporte: solo aparecen normati- vas que solucionan parcialmente los problemas a los que las sociedades de los núcleos urbanos se enfrentan. El reto de la administración pública debe ser la de unificar todos los medios de transporte en una sola aplicación o servicio. “Creemos que la solución pasa por plantear la movilidad de las Smart Cities como un servicio: la can- tidad de datos de los que se disponen gracias a la IA o al IoT debe ser tratados para optimizar los sistemas y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos”, puntualiza Quintanilla. n 27 INTERNET DE LAS COSAS (IOT)
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