17 AUTOMATIZACIÓN Y PACKAGING unas 350 toneladas, que equivalen a unos 1.000 recipientes. Los almacenes se abren uno a uno a medida que pasan los meses y la fruta se clasifica y empaqueta. Esto permite a BayWa suministrar continuamente a sus clientes una gama variada de manzanas hasta julio del año siguiente, cuando llega la próxima cosecha. CLASIFICACIÓN SEGÚN LOS REQUISITOS DEL CLIENTE Una vez abierto un almacén de atmósfera controlada, las manzanas se transportan en recipientes hasta el área de clasificación por una carretilla elevadora. Esta área es el núcleo de la planta de Kressbronn. BayWa Obst clasifica fruta allí desde 1969. En 2004 se construyó el sistema actual y desde entonces se ha ido modernizando y ampliando. Tras vaciar el recipiente, las manzanas pasan una parte del siguiente proceso sumergidas en agua: un método de transporte práctico y cuidadoso. Mientras los recipientes vacíos se limpian automáticamente, las manzanas “nadan” hasta la unidad de clasificación de diez carriles. Tras su llegada, la fruta se separa en cintas transportadoras y cada manzana acaba en un tipo de bandeja, sobre la cual se desplaza por la instalación. La avanzada tecnología de cámaras instalada en la unidad de clasificación toma hasta 60 imágenes de cada manzana en fracciones de segundo. A partir de las imágenes, el software clasifica la fruta de forma totalmente automática. “Clasificamos la fruta en función de criterios como la proporción de color en la piel de la manzana, su tamaño, peso y calidad interna”, explica Bestfleisch. “Podemos adaptar estos criterios de clasificación de acuerdo con los requisitos del cliente”. El sistema procesa hasta 20 toneladas por hora. Luego las manzanas continúan por la cadena de bandejas hasta un total de 50 canales llenos de agua. Para cada manzana, el sistema de control abre ahora la bandeja de transporte directamente por encima del canal de clasificación correspondiente. De este modo, las manzanas con una determinada proporción de color rojo y con un cierto peso, por ejemplo, acaban en el mismo canal. Además, no se desperdicia nada; las piezas que no se pueden vender frescas van a la industria de procesamiento y se convierten en rodajas, salsa o zumo de manzana. LA SEGURIDAD IMPORTA EN LAS ESTACIONES DE TRANSFERENCIA Tras su clasificación, las manzanas vuelven a colocarse en recipientes y están listas para ser transportadas al área de empaquetado. Para ello, los recipientes son recogidos por un apilador autónomo de cajas, que consiste en un vehículo de transferencia transversal sobre un raíl, comparable a una carretilla elevadora. El vehículo autónomo distribuye los recipientes que contienen las frutas clasificadas entre 34 estaciones de transferencia con los espacios correspondientes para los recipientes. Se apilan hasta cuatro recipientes con manzanas uno encima del otro. Los conductores de las carretillas elevadoras transportan a continuación estas pilas hasta el área de empaquetado o de vuelta al almacén. En la estación de transferencia entran en juego los conocimientos de los expertos en seguridad de Leuze: para evitar que las personas resulten heridas por el apilador de cajas, se solicitó un dispositivo de seguridad completo. “Para nosotros era importante tener una solución fiable que proporcionara la máxima seguridad en la estación de transferencia sin interferir con las operaciones”, señala Markus En la región del lago de Constanza, la cosecha de manzanas empieza en agosto con las variedades tempranas y dura hasta finales de octubre. Foto: BayWa AG. La planta frutal de BayWa en Kressbronn es el principal centro de producción de manzanas. Un vistazo al sistema de clasificación, que se halla en el núcleo de las instalaciones.
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