19 Dos tercios de la planta de Argon, de 85.000 pies cuadrados, son salas limpias ISO de clase 8 en las que se fabrica y empaqueta el instrumental quirúrgico. Los empleados de la sala limpia deben llevar batas, redes para el pelo y gafas de seguridad, y quitárselas cada vez que estén fuera de la zona de transferencia de la sala limpia. Pero ponerse y quitarse la bata suponía una valiosa pérdida de tiempo cuando los empleados tenían que trasladar el material al almacén varias veces al día. En cambio, el material se agrupaba para unas pocas veces de recogida por turno, lo que afectaba al flujo de producción. “Ahora, es bajo demanda”, explica Hess, señalando que, a la semana de desplegar el robot, los empleados estaban utilizando cómodamente las tabletas para acceder a la interfaz intuitiva del robot y enviarlo a las misiones. “No tenemos colas ni procesamiento por lotes, lo que ha supuesto una enorme ventaja para nuestro movimiento de materiales y nuestro rendimiento en las instalaciones”. Con el robot MiR200, la productividad ha mejorado notablemente al permitir a los empleados del almacén preparar los materiales, cargar el robot con material para varios departamentos y enviarlo en misiones para que entregue el material automáticamente. Flexibles, fáciles de programar y colaborativos
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