LOS CAMBIOS QUE MARCARON LA INDUSTRIA El deterioro es el resultado de cambios de tipo económico, político, normativos, tecnológicos… , la mayoría de ellos probablemente bienintencionados pero que, al poner el acento en aspectos distintos a la seguridad, sutilmente desplazan lo más importante. De manera telegráfica, estos son algunos de esos cambios: - Cambios económicos: La crisis económica ha provocado una bajada generalizada de precios y, consecuentemente, mayor presión sobre la reducción de costes, que indirectamente suponen una menor atención a aspectos como la seguridad. Es de destacar que la mayor bajada de precios se está dando en los concursos públicos. - Cambios políticos: Las políticas de liberalización, por un lado, eliminan restricciones legales para favorecer la competencia y, por otro, reducen el número de inspecciones que, cuando menos, ayudaban a visibilizar la preocupación por la seguridad entre el personal de la empresa. - Cambios normativos: En este punto lo más apropiado es hablar de los ‘no-cambios’, es decir, de la ausencia de normas que impulsen la modernización de ascensores antiguos. En España, se estima que 500.000 ascensores (la mitad del parque total) tienen más de 20 años y necesitan la adaptación a las medidas de seguridad que tienen los ascensores nuevos. - Cambios tecnológicos: Las innovaciones también pueden modificar sutilmente el orden de prioridades. Por ejemplo, el modelo de ascensor sin cuarto de máquinas, que hoy es el estándar en los ascensores nuevos, supuso una reducción de costes de construcción, pero también un empeoramiento del lugar de trabajo de los operarios de las empresas de ascensores. ¿Quiere decir que este diseño de ascensor sea inseguro? En absoluto, pero de alguna manera se introdujo un cambio en el que quedaba patente que uno de los aspectos, la eficiencia, era más importante que el otro, la seguridad/bienestar de los trabajadores. Asimismo, cuando se estigmatizaron los ascensores hidráulicos, los grandes fabricantes ganaron en eficiencia por simplificación y economías de escala, pero el mercado perdió soluciones de elevación que aportan un mejor servicio para cierto tipo de edificaciones. - Cambios de estándares: A principios de los noventa, se crean las normas de calidad ISO 9000 para la gestión de empresas que priorizaban en exceso la burocracia y el registro documental, aspecto que, afortunadamente, se ha revisado en la última versión. El deseo extendido de conseguir el preciado sello de calidad hizo confundir la calidad de una empresa con la obtención de un certificado, distorsionando el concepto del buen hacer y, en cierta forma, del oficio de ascensorista de calidad. El propio desarrollo indudable y muy positivo de los estándares armonizados en nuestra industria –que se centran de manera predominante en los ascensores nuevos, en perjuicio de los ascensores existentes– son una muestra de que los esfuerzos han ido dirigidos a la comercialización de productos nuevos que implican mayor nivel de facturación frente a la seguridad de los ascensores antiguos. SOBRE EL CAMBIO DE LAS PRIORIDADES Todo este conjunto de cambios influye de manera consciente o inconsciente en la actuación de todos. Autoridades públicas, comunidades de vecinos, administradores de fincas… Participamos de una cultura económica que incentiva el ‘crecer’ más que el ‘buen hacer’. Así, la cultura económica dominante considera que la empresa con más cuota de mercado, con un mayor crecimiento, con mayores beneficios es mejor que la empresa pequeña que hace menos ruido, pero que se centra en hacer bien el trabajo, en cuidar del bienestar de sus empleados y en atender bien a sus clientes. En una de las clases de dirección de empresas de Docensas, se discute cómo un cambio en las prioridades empresariales influyen de manera directa sobre temas como la seguridad. Se pone como ejemplo la comparecencia en la que el CEO de Toyota se disculpó por una serie de accidentes, algunos de ellos mortales, que por culpa de un fallo de diseño tuvieron lugar en Estados Unidos. Según Akio Toyoda, las prioridades en Toyota habían sido primero la Seguridad, segundo la Calidad y tercero el Volumen de negocio. Reconocía cómo este orden de prioridades cambió por un crecimiento excesivo de la compañía y apuntaba a este cambio como causa directa de los accidentes. Los cambios de los últimos 20 años han penetrado en la industria de la elevación y es desde las empresas, los profesionales, las asociaciones y otros grupos de interés desde donde hay que devolver los valores de seguridad, de bienestar en los empleados y de servicio al cliente que se merecen. «El deterioro de la industria de la elevaciónes el resultado de cambios de tipo económico, político, normativos, tecnológicos…, probablemente bienintencionados pero que desplazan lo más importante: la seguridad» 31-Ascensores yMontacargas
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