Ascensores y Montacargas 88

que se basará en el consumo y la inversión interna, y en la producción de bienes de alto valor añadido. Localización estratégica El mero hecho de invertir en China abre las puertas a un mercado potencial enorme de más de 1.300 millones de consumidores con una renta per cápita creciente. En el año 2015, la renta per cápita se situó en 7.325 euros anuales, lo que supone un aumento del 81% desde 2010. Nueva clase media y una demanda doméstica creciente En base a los objetivos para 2016 fijados en el «Informe sobre la Labor del Gobierno», dentro del marco del “XIII Plan Quinquenal” para el período 2016-2020, la ampliación de la demanda interna jugará un papel fundamental para garantizar el desarrollo a largo plazo de la economía. El Gobierno estimulará el consumo en el sector servicios, además de fomentar nuevas modalidades de consumo (p.e. comercio electrónico), se ampliarán los créditos al consumo y se reforzará la protección al consumidor; por otro lado, se orientarán los sectores públicos hacia la inversión privada. Con el objetivo de reestructurar la economía, el Gobierno ha anunciado que se seguirá priorizando el desarrollo de las industrias tecnológicas estratégicas, se impulsará el ahorro energético y la reducción de emisiones y se protegerá el medio ambiente. Además, se está creando una nueva clase media urbana en China que alcanza ya los 109 millones de personas con un nivel de poder adquisitivo comparable al europeo. Este hecho, junto con la creciente urbanización de la población china, atrae a empresas extranjeras cuyos productos y servicios son muy valorados por la nueva y creciente clase media. Política de atracción de inversiones El régimen de inversiones extranjeras fue objeto de revisión a finales de 2015 para hacerlo más flexible. El objetivo es aumentar la seguridad jurídica de los inversores extranjeros, mejorar el tratamiento de las Empresas de Capital Extranjero (FIEs) y agilizar la tramitació administrativa de las inversiones para atraer capital extranjero y proyectos novedosos y de calidad. China es el primer país de destino de la Inversión Extranjera Directa en la región AsiaPacífico, con aproximadamente dos tercios del total de inversión extranjera directa del continente asiático. En 2015, la inversión extranjera directa llegó principalmente de países asiáticos. Entre los países europeos Alemania es el primer inversor (1.560 millones de dólares), seguido por Francia (1.222 millones de dólares) y Reino Unido (1.080 millones de dólares). La inversión extranjera se dirigió, principalmente, a los sectores de manufacturas (30,6%), inmobiliario (22,4%), servicios comerciales y de arrendamiento (9,3%), y comercio mayorista y minorista (7,7%). Desde que China comenzó a aplicar la política de apertura, en 1978, la inversión extranjera directa acumulada supera los 2,1 billones de dólares. La mayor parte de la inversión sigue concentrada en el sector manufacturas. En 2015, el número de nuevas empresas de inversión extranjera ascendió a 26.575, un 11,8% maìs que en 2014. De entre ellas, un 24% se establecieron como joint ventures junto a socios locales y un 76% como FIEs. Smart cities El Gobierno chino ha convertido en prioridad nacional la búsqueda de soluciones a los problemas generados por el proceso de urbanización acelerado que vive y que aún se encuentra a medio camino: China ha pasado de ser un país rural (74% de población en 2007) a ser un país urbano (51% de población en 2014) en menos de una década, y cuenta con más de 100 ciudades de más de 1 millón de habitantes. En el año 2020 se prevé que casi 900 millones de chinos vivan en ciudades. La absorción de estos flujos de población rural hacia las ciudades supone un gran reto para las autoridades, ya que exige la rápida construcción de infraestructuras y el desarrollo de métodos de gestión eficientes. Las Smart Cities permiten responder a estos retos y el sector ha recibido un fuerte impulso en el país, a partir de la interacción entre el Gobierno Central, sus distintos Ministerios y los Gobiernos Municipales. Este compromiso con el desarrollo del sector se ha materializado en el lanzamiento de 529 proyectos piloto en más de 200 ciudades de China (11 en la provincia de Guangdong) y en una inversión en tecnología para Smart Cities que alcanzó los 36.000 millones de euros en 2016. Actualmente, los proyectos se concentran principalmente en las provincias del este y del sur de China donde se concentran las regiones de mayor desarrollo económico del país. No obstante, el sector aún se encuentra en fase inicial, llevándose a cabo medidas puntuales para solucionar problemas concretos, por lo que existen muy pocos planes ambiciosos para la creación de ciudades 100% smart. Los proyectos más maduros se centran en el desarrollo de servicios y aplicaciones en las áreas de medioambiente/ energía (73% del total de proyectos) y gobierno o administración (67%). A pesar de encontrarse aún en fase inicial y de la existencia de barreras de entrada, el sector presenta buenas oportunidades para las empresas extranjeras: el déficit de planificación urbanística inteligente, la escasez de diseño profesional de alto nivel, las carencias tecnológicas del sector empresarial y la gran necesidad de modernización de las redes de transporte urbano y gestión de aguas obligan a China a mirar hacia el exterior para buscar soluciones, generando oportunidades que las empresas españolas pueden explotar. De hecho, las grandes multinacionales tecnológicas, entre las que se incluyen algunas empresas españolas, están logrando hacerse ya un hueco en este mercado, desarrollando distintos proyectos piloto por todo el país en colaboracioìn con socios locales. 35 - Ascensores y Montacargas

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx