Entrevista CUMPLIR CINCUENTA AÑOS DE ACTIVIDAD ES UN HITO EXCEPCIONAL PARA UNA EMPRESA. ¿CUÁLES FUERON LOS PRIMEROS PASOS DE IGV? Cuando empecé en 1966 jamás imaginé que alcanzaríamos este momento. Por aquel entonces éramos tres personas que producíamos componentes para ascensores en una pequeña sede en Milán. Fuimos creciendo poco a poco, hasta que llegó un encargo de una empresa de Génova que necesitaba poner en marcha tan pronto como fuera posible algunas instalaciones en sus plantas de Jeddah (Arabia Saudita). Gracias a un gran espíritu de equipo y un poco a la mezcla de coraje, locura y velocidad de trabajo, logramos hacernos con el pedido y vencer a la competencia. Aquel fue un hito importante en la historia de la empresa, pero el punto de inflexión se dio en 1998 con DomusLift, cuando diseñamos la primera plataforma elevadora doméstica que nos situó en una posición ventajosa. DomusLift se convirtió en el buque insignia de nuestra producción y siempre lo hemos cuidado mucho, haciéndolo cada vez más hermoso y funcional, así como tecnológicamente avanzado. ¿CÓMO HA EVOLUCIONADO IGV EN ESTOS 50 AÑOS? Nacimos fabricando componentes en Italia y luego llegó el montaje de todo el ascensor y una producción casi integral. Ahí nos dimos cuenta que teníamos que salir de las fronteras italianas para crecer y, de hecho, el 75% de la facturación actual procede del extranjero. Nuestro primer cliente es Australia, pero queremos seguir expandiéndonos a todos los países del mundo. Además, no podemos olvidarnos de la calidad, en la que hemos invertido mucho. ¿CUÁLES SON SUS PUNTOS FUERTES? El primero de ellos es, sin duda, la calidad. Hoy día existe un reconocimiento mundial a la calidad de DomusLift. En IGV siempre hemos tenido la certeza de que la calidad del producto, la profesionalidad y la seriedad son fundamentales en un mercado globalizado donde las copias están a la orden del día. El segundo punto, no menos importante, es la atención al cliente. Siempre he enseñado a todo mi personal a poner a nuestros clientes, sus problemas y sus necesidades en el centro del proyecGiuseppe Volpe, fundador y presidente de IGV Group: «IGV es el resultado de una larga pasión de cincuenta años» La alta costura de los ascensores «made in Italy» pasa por Vignate, cerca de Milán, donde se encuentra el corazón del Grupo IGV, una empresa fundada en 1966 que ha hecho del servicio a medida su tarjeta de visita en más de 70 países de todo el mundo. La calidad y la orientación al cliente son los puntos fuertes de esta compañía que encara el futuro con coraje, creatividad, profesionalidad y compromiso. De todo ello y de estas cinco décadas hemos hablado con el ingeniero Giuseppe Volpe, fundador y presidente del Grupo. to. De hecho, con el paso del tiempo hemos creado con muchos de ellos un vínculo fuerte que llega incluso a la amistad personal. A pesar de la crisis, IGV dijo no a la reubicación y a los despidos para elegir el camino de la inversión y la innovación... Si un empresario ama su trabajo y su compañía, debe ser optimista, valiente y generoso. Yo creé IGV y la empresa me dio mucho a lo largo de los años, de manera que en los malos tiempos decidí apretar los dientes para superar esta tremenda crisis; tratamos de hacerlo con nuestras propias fuerzas, sin ceder a la tentación de los atajos y los beneficios rápidos. Hubiera sido más cómodo y fácil cerrar o deslocalizar, pero eso habría sido una derrota. En cuanto a la innovación, se trata de una palabra que siempre ha tenido un gran atractivo para mí. Siempre hemos invertido en investigación y desarrollo, hasta el punto de que IGV trabaja mucho gracias a los jóvenes talentos, que nos ayudan a para mantener el ritmo de los tiempos y ofrecer nuevas ideas en las que nadie ha pensado todavía. 42 - Ascensores y Montacargas
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