CONSUMO ENERGÉTICO DE LOS ASCENSORES INSTALADOS EN ESPAÑA La inmensa mayoría de los ascensores instalados en España tienen tecnologías obsoletas (aproximadamente un 90%), como son la de impulsión hidráulica o la eléctrica de tracción con máquinas con reductor. Los ascensores más eficientes, los que se denominan de última generación, que tienen unas características y utilizan unas tecnologías nuevas que mejoran notablemente la eficiencia energética y, por tanto, los datos de consumo, aunque ya se comenzaron a comercializar en el año 1998, no fue hasta aproximadamente el año 2005 cuando se comenzaron a introducir de forma más significativa en el mercado. Sin embargo, estos ascensores representan todavía un porcentaje bajo del total del parque existente, ya que todos los ascensores que se instalaron hasta esas fechas son auìn de tecnologías ahora ya obsoletas. Se instaló un número singularmente amplio de ascensores durante las décadas de los 60, 70 y 80, cuando se edificó el grueso de los edificios de nuestras ciudades. Considerando que aproximadamente el 20% del parque existente de ascensores es de tecnología hidráulica (la menos eficiente) y que el 80% de tracción eléctrica, y teniendo en cuenta que los primeros tienen un consumo anual medio de 1.800 kWh y los segundos, de 800 kWh, se puede establecer un consumo de aproximadamente 1.000 kWh por ascensor. A esto hay que añadirle el consumo de la iluminación en cabina, que se cifra en 840Kwh al año. De este modo, se observa que el consumo total anual de los ascensores españoles es de 1.840.000 megavatio-hora, o lo que es lo mismo, 1.840 millones de kWh al año. Esto es más que el consumo doméstico de energía de toda la isla de Gran Canaria, por ejemplo. Estimando que habría que emitir 0,65 kg de CO2 a la atmósfera para generar 1 kWh, esto supondría la emisión de casi 1.200.000 toneladas métricas de CO2, lo que equivale a las emisiones de más de 350.000 automóviles. RESIDUOS CONTAMINANTES Además, hay que tener en cuenta los residuos contaminantes que generan de forma directa los ascensores, esto es, el aceite que precisan para su funcionamiento. En el caso de los ascensores eléctricos de tracción, el consumo de aceite se produce en el utilizado para la lubricación de los engranajes, de las guías de cabina, de las guías de contrapeso y de los cables de tracción, lo que supone unos 50 litros a lo largo de su vida útil (20 años). En los ascensores hidráulicos estas cifras suben de modo muy significativo, ya que todo el circuito hidráulico está lleno de aceite accionado por un motor eléctrico, hasta alcanzar los 512 litros. Sin embargo los ascensores de última generación no consumen aceite. Las empresas de ascensores han desarrollado en los últimos años tecnologías y técnicas de modernización de ascensores que permiten transformar ascensores obsoletos y energéticamente muy poco eficientes en otros que aportan las ventajas de seguridad y confort a los usuarios a la par que reducen el consumo de forma notable gracias a su tecnología eficiente. DE ÚLTIMA GENERACIÓN Los elementos principales en los que se basaban los ascensores eléctricos de tracción convencionales eran los cables trenzados de acero de tracción y suspensión (con radio de curvatura grande), máquinas con engranajes (lo que supone necesidad de lubricación y pérdida de la eficiencia energética) con motores de elevada potencia nominal, la iluminación permanente de la cabina, la ausencia de regeneración de energía y controles de tráfico básicos (lo que influye especialmente en aquellos edificios o instalaciones con altas intensidades de tráfico). En los denominados ascensores de última generación las consideraciones principales de diseño son las tendentes a lograr la máxima eficiencia energética mediante la drástica reducción del consumo, el uso de materiales no contaminantes y su reciclaje. Un ascensor se puede considerar energéticamente eficiente cuando, entre otras características, está configurado o cuenta entre sus componentes con elementos o sistemas reciclables y que reduzcan el consumo, el empleo y el peso de los materiales, el espacio ocupado en el edificio, los ruidos y las vibraciones. Otra característica de estos es que no precisan de cuarto o sala para alojar la máquina. Esta, gracias a sus reducidas dimensiones al no precisar de grandes poleas, puede situarse en el interior del hueco, en la parte alta del mismo. Máquina de tracción directa con motor síncrono de imanes permanentes Los ascensores de última generación son del tipo eléctrico, de tracción pero accionados por máquinas de un solo eje, sin reductor de velocidad, y movidos por motores eléctricos controlados. De este modo, al no existir reductor, el eje motor coincide con el conjunto de la máquina, es decir, la velocidad del eje del motor es la velocidad real de accionamiento de la polea que mueve el ascensor, lo que, al eliminar partes móviles, supone una disminución significativa de ruidos y vibraciones. Además permite eliminar pérdidas de rendimiento originadas por el rozamiento entre elementos mecánicos en la transmisión, en la mayoría de casos, del tipo sinfín corona. Se evita además la necesidad de lubricación de la máquina, ya que los rodamientos que precisa están encapsulador y lubricados de por vida. Con ello se logra evitar la generacioìn de residuos contaminantes. Las máquinas de los ascensores de última generación cuentan normalmente con un motor eléctrico síncrono cuyo estator puede estar cableado, aunque, en los casos de mayor eficiencia, este estará constituido por imanes permanentes de material sintético. Estos motores son más eficientes que los asíncronos, que eran los más empleados comúnmente hasta ahora. Estos motores no solo tienen un consumo más reducido al no necesitar una corrienAhorro y eficiencia energética 29 - Ascensores y Montacargas
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