AX114 - Ascensores y Montacargas

44 ACCESIBILIDAD Dos de cada diez personas con movilidad reducida han tenido que cambiar de casa por falta de accesibilidad De los 4,3 millones de españoles con algún tipo de discapacidad, un 55,7% tiene problemas de movilidad. El 22% de los españoles con movilidad reducida ha tenido que cambiar de domicilio por la falta de accesibilidad del inmueble donde residían, una cifra que asciende al 31% en el caso de quienes se desplazan en silla de ruedas. Esta es una de las principales conclusiones del Informe ‘Accesibilidad y movilidad: mejorando la calidad de vida de las personas con discapacidad’, elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios que analiza la accesibilidad tanto en el interior como en el exterior de la vivienda, mostrando su impacto en el día a día de las personas con movilidad reducida, una problemática que experimenta el 55,7% de los 4,3 millones de españoles con algún tipo de discapacidad. Según la Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia (EDAD) del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 57% de las personas con movilidad reducida tiene dificultades para andar o moverse dentro de su propia vivienda. Tanto es así que una de cada cuatro ha tenido que realizar obras para adaptar su hogar, siendo los principales lugares los aseos (74%), dormitorios (42%), cocina (32%) y puerta de entrada (32%), según recoge el informe de la Fundación Mutua de Propietarios. Sin embargo, las limitaciones a la movilidad se acentúan a la hora de desenvolverse fuera de la vivienda. Casi el 80% de las personas con movilidad reducida tiene importantes dificultades para andar o moverse. Para solucionar esta problemática, el informe desvela que el 73% de las requiere de la ayuda de familiares y amigos. No obstante, esta situación provoca que un 42% pase muchos días sin salir de casa, y un 4% no salga nunca. En este sentido, el 33% de los españoles considera que si su edificio estuviera más adaptado saldría más de casa, un porcentaje que se duplica en el caso de aquellos edificios que no tienen ascensor. “En ocasiones, el hogar se convierte en una cárcel para las personas con movilidad reducida, dada la dificultad para poder entrar o salir, encontrándonos con personas que se encuentran pri-

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