68 COMUNICACIONES Hacia una gestión (más) ‘inteligente’ del tráfico de los ascensores La tecnología ayuda a mejorar la experiencia del usuario. Image: Schindler. Isabel Arjona Las largas colas frente a los ascensores provocadas por el distanciamento social impuesto por la reciente pandemia de covid son, quizás, la imagen más gráfica de la necesidad de contar con una correcta gestión del tráfico en los sistemas de transporte vertical. Y es que, el objetivo principal de la tecnología destinada al control de accesos y las llamadas de los ascensores es que el movimiento y el flujo de personas en los edificios sea lo más eficiente y confortable posible –lo que, a su vez, repercute en un mayor valor añadido a los edificios–. Esto se consigue mediante funcionalidades que deben responder a muy variados factores: desde conocer las plantas de destino deseadas por el usuario hasta proporcionar mejores medidas de seguridad en el interior del edificio, pasando por identificar el número de pasajeros que llaman al ascensor para reducir al mínimo el tiempo de espera, etc. La implantación de un sistema u otro, por tanto, dependerá de las necesidades de los usuarios y del tipo de edificio. “La llamada de un ascensor es lo que hace iniciar todo el proceso y por tanto es el km0 de la experiencia de usuario. La correcta gestión de la demanda es un factor determinante para que el tiempo de espera, el tiempo hasta la planta de destino y los consumos sean los menores posibles”, aseguran desde Otis, desde donde añaden que “los controladores Otis están dotados de algoritmos que procesan multitud de datos como llamadas exteriores, llamadas en cabina, carga en cabina, dirección de marcha, ubicación de las diferentes cabinas (en el caso de que haya más de un ascensor en el mismo grupo), etc., y, además, el procesamiento es permanente e inmediato, pudiendo adaptarse a la demanda en cada momento y en consecuencia haciendo una asignación de la dirección de marcha y las paradas optimizada”. “Los nuevos sistemas de gestión del tráfico de ascensores permiten que los edificios funcionen de una manera optimizada y que, por ejemplo, los usuarios que viajen a la misma planta pueden utilizar la misma cabina de ascensor. De esta manera, se limita el número de viajes que realiza un dispositivo y, además, se minimiza la huella de carbono del edificio. Es más, cuando el tráfico de personas es menor, los ascensores son capaces de entrar en modo Eco y reducir su gasto energético, a la vez que cuidan que los tiempos de espera de los pasajeros no superen un nivel determinado”, añaden por su parte desde Schindler, cuyos responsables matizan que “todo esto implica contar con ascensores y sistemas de elevación inteligentes, que
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