ENTREVISTA 98 “Con SHE-Mini, la accesibilidad ahora es posible incluso en los espacios más pequeños” El nuevo SHE-Mini permite instalar un ascensor en cualquier espacio con una estética muy cuidada y adaptada a cualquier estilo. Isabel Arjona CARLES LLORENS, INGENIERO EN SHE-ELEVATOR A nadie se le escapa, ya que la accesibilidad es una cuestión a tener muy en cuenta, pero, lo que quizás no se tiene tan claro es que esta afecta no solo a los edificios multivivienda, sino también a las casas unifamiliares. Hablamos con Carles Llorens, ingeniero en SHE-Elevator, sobre cuáles son las principales ventajas de instalar un ascensor en una vivienda de este tipo, las principales barreras a solventar y las posibilidades que hay para ello. ¿Cuáles son, desde su punto de vista de experto, las principales ventajas de instalar un ascensor en una vivienda unifamiliar? Existen en España una gran cantidad de viviendas unifamiliares que no se han construido pensando en la accesibilidad. Esto supone un problema con el tiempo ya que, al aumentar la esperanza de vida, las personas mayores han tenido que plantearse alternativas, como trasladar sus habitaciones al piso de abajo y dejar inutilizadas las plantas superiores, o incluso cambiarse de vivienda. La instalación de un ascensor unifamiliar es una solución ideal a corto y largo plazo, ya que soluciona totalmente el problema de accesibilidad. Y es que, al contrario de lo que sucede con otros productos de tipo salvaescaleras, con un ascensor unifamiliar conseguimos autonomía y libertad de movimientos en todas las plantas de la vivienda, ya sea con sillas de ruedas o carritos, solos o acompañados. Además, se trata de una de las soluciones más seguras: al ser instalados por profesionales del sector, registrados, y sujetos a un mantenimiento, los usuarios saben que están en buenas manos. ¿Cuáles son los principales obstáculos que se encuentran en este tipo de instalaciones, tanto físicos como ‘psicológicos’ y cuáles los argumentos para superarlos? El factor económico sigue siendo un obstáculo a tener en cuenta, aunque, afortunadamente, estas instalaciones son cada vez más asequibles y al alcance de más gente. Además, por un lado, los usuarios, son más conscientes del aumento de la calidad de vida y la revalorización de su vivienda que les aporta un ascensor doméstico y, por otro, las empresas instaladoras son capaces de dar más facilidades de pago y financiación. De ahí que, actualmente, el obstáculo principal suela ser el espacio disponible o, más bien, la carencia de este. Se trata de viviendas ya construidas, en las que, en muchas ocasiones, es difícil disponer del espacio necesario requerido para la instalación de estos elevadores. Por último, otro obstáculo –este más ‘psicológico’– puede ser el de las obras: pensar en tener la casa donde se vive ‘patas arriba’ durante un periodo largo de tiempo suele ser un factor ralentizador en la toma de la decisión.
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