Desde la perspectiva UCM, la opción más extendida consiste en monitorizar los frenos del motor desde el cuadro de control. Para ello, los frenos disponen de dos mordazas (para tambor o disco) con contactos independientes que indican la posición de cada pastilla, y el cuadro de control verifica que ambos contactos abren y cierran con la secuencia esperada en cada actuación del freno. Dicha secuencia es la misma para todos los frenos y las diferencias están en las tensiones, en sus consumos y en sus conexiones. Por otra parte, los fabricantes de ascensores eléctricos tratan de ofrecer a sus clientes soluciones verdes o ecoeficientes en cuanto consumo energético y ofrecen modelos de ascensores con dispositivos de marcas especializadas en diversas estrategias: (1) Sistemas regenerativos que aprovechan la energía generada por los convertidores VVVF durante las deceleraciones para revertirla a la red eléctrica; (2) sistemas de acumulación que aprovechan esa energía acumulada en las deceleraciones para reutilizarla en posteriores aceleraciones; y (3) sistemas de acumulación para reducción de la potencia contratada en ascensores domésticos de poco tráfico. Nos corresponde a nosotros resolver la controlabilidad y la conectividad del conjunto. En ascensores hidráulicos, los modelos de sus fabricantes incorporan centrales hidráulicas de distintas marcas, con sus similitudes y sus diferencias. Podemos considerar cada central formada por un motor y un grupo de válvulas, ambas partes controladas de forma independiente pero combinada, con sus correspondientes secuencias de actuación. Según el tipo de motor y su potencia, el fabricante del ascensor pedirá, además, formas de arranque distintas (directo, estrella/triángulo, soft-start, VVVF…), y según si la central es electromecánica o electrónica, deberemos actuar sobre las válvulas de forma directa desde el cuadro de control o a través de las entradas y salidas previstas por cada central.El rescate en ascensores hidráulicos era muy simple antes de la aparición del concepto UCM y consistía en controlar una válvula de emergencia destinada a este efecto, alimentada por una pequeña batería. Pero en la actualidad, las diferencias justifican el rescate con aportación de energía de una SAI y tiene muchas similitudes con el rescate en ascensores eléctricos, salvando las diferencias entre frenos y válvulas. Sin embargo, las soluciones UCM son más complejas en ascensores hidráulicos ya que dependen de cada central y van desde válvulas de seguridad para esta función que el cuadro de control debe verificar con el ascensor parado, a secuencias de señales en centrales electrónicas que el sistema de control debe verificar y responder en cada operación para que la central no quede bloqueada por fallo de secuencia UCM. Tanto convertidores VVVF como centrales hidráulicas exigen un alto grado de integración por parte del cuadro de control y los instaladores esperan soluciones preconfiguradas de fabrica para cada ascensor. DIVERSIDAD ESTRUCTURAL DE LOS EDIFICIOS Hay edificios construidos teniendo en cuenta modelos de ascensor, pero probablemente eso ocurre en otro mundo. En el nuestro parece ocurrir lo contrario, y los ascensores deben adaptarse a los edificios y a la imaginación arquitectónica. Hemos elegido 32 como número máximo de plantas y hasta ahora nunca lo hemos tenido que superar. Pero no enfrentarnos a edificios más altos no nos libra de edificios más raros, con distancias entre plantas muy cortas de decenas de centímetros y con embarques distintos, probablemente fruto de una reforma estructural y la unión de dos edificios, o de la misteriosa aparición de paradas intermedias. Por otra parte, es muy habitual encontrar edificios con foso y/o huida reducidas, y los ascensores deben estar dotados con medidas de seguridad y control que permitan las acciones de mantenimiento en las plantas extremas. Todo ello tiene su reflejo en el cuadro de control y en la preinstalación eléctrica de esos ascensores. Diversidad estructural de los edificios 70
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