la segunda, que es la capacidad de ser, al tiempo, dispositivos que transforman el ascensor gracias a la telemetría y el telecontrol. Los dispositivos que sean capaces de realizar esta doble tarea de forma efectiva y además incorporen otras funcionalidades (como las comunicaciones Bluetooth o VoIP) sin duda son los líderes del mercado», concluyen a modo de resumen desde Nayar Systems. Constatada la aceleración en el desarrollo de nuevas soluciones en el ámbito de los sistemas de comunicación y emergencia, el siguiente punto a clarificar es si la demanda se encuentra al mismo nivel tecnológico que la oferta. Aquí, las respuestas abarcan un amplio espectro entre el no más rotundo y las esperanzas puestas en la digitalización del sector. Entre los primeros se encuentra, por ejemplo, Microkey, desde donde afirman tajantes que «las ideas y las posibilidades reales de estos sistemas de comunicación siguen yendo muy por delante de la demanda real de los mismos. El peso del componente precio/ prestación –e incluso el simple precio– es determinante a la hora de elegir una simple telefonía de emergencia que cumpla llanamente su cometido sin ‘lujos’». En la misma línea se sitúan desde Merak: «La oferta siempre está por delante a nivel tecnológico. La tipología de empresa que oferta estas soluciones es empresa TIC, acostumbrada a desarrollar productos y soluciones en entornos de rápida evolución tecnológica. La elección de un sistema de comunicación y emergencia viene determinada por el precio en primer lugar (España es un mercado de precio) y por la fiabilidad». Y concluyen que «la tecnología permite soluciones técnicamente maravillosas (y más caras). Lo habitual por parte de las empresas de mantenimiento es limitarse a cumplir la normativa, que al fin y al cabo es lo que marca la ley». Ratifican esta postura también desde Amphitech, desde donde nos listan los principales factores que deberían determinar la elección de un sistema de comunicación y emergencia: «el cumplimiento normativo; la calidad y fiabilidad del producto; la inteligibilidad; los accesorios que permitan la utilización por todos, incluyendo los portadores de audífono; la garantía de que en el futuro seguirá existiendo el fabricante y los repuestos necesarios; la facilidad de instalación y disponibilidad de soluciones que eviten la pérdida de horas de adaptación; la facilidad de programación; la imagen de la empresa ascensorista que un producto de calidad transmite al cliente; el precio, por ser una consecuencia directa de todo lo demás». En una posición intermedia se sitúan desde Nayar Systems, al reconocer que «en este momento existe una demanda desigual entre las empresas del sector. En cualquier caso, lo importante es 44 - Ascensores y Montacargas
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