breaking news Loque llevamosdeesteaño2022hadejadobien claro que la única certeza a la que podemos aspirar enel entornoactual es la(forzosa)convivenciacon la incertidumbre. Y es que, pese a las promesas de crecimiento queparecíanapuntar los fondoseuropeos, lacrisisde suministros y el encarecimiento de las materias primas ya amenazaban con poner contra las cuerdas a un buen número de empresas antes de que la guerra en Ucrania asestara un duro golpe a las perspectivas defuturo. Más alláde la tragediahumanitaria–imposiblede ignorar y agravada por los efectos que la pandemia aún tiene sobre el ánimo general– la guerra de Ucrania ha dado al traste con las posibilidades de mejora de las cadenas de suministro mundiales antes de que empezara. Esmás, yanadiedudadequeel conflictobélico traerá consigo perturbaciones en los mercados y las perspectivas comerciales sufrirán las consecuencias de las sanciones, por lo que hay que estar preparados para nuevos retrasos y una escasez de suministros. En este sentido, cabe destacar que AMEC, entidad que agrupa a algunas de las principales industrias internacionalesdeEspaña, hadesarrolladounservicioespecial deapoyoa lasempresascon interesescomerciales en Rusia y Ucrania. Laentidadcuentaconunobservatoriopermanenteen el país y ofrece a sus miembros información sobre la afectación del conflicto en la relación comercial: el impacto inmediato de las sanciones en los intercambios comerciales; lasquepenalizarán lacompracondólares y euros por parte de empresas rusas; cómo afectará en adelantea lasoperaciones laexclusióndel Swift de las principales entidades financieras; la afectación en las operaciones aduaneras, etc. Quelaindustriadel transportevertical seveaafectadapor todoelloenunmundoglobalizado como el que vivimos es inevitable y buena prueba de ello son los anuncios de grandes enseñas del sector de su cese de actividad en Rusia –al más puro estilo de Coca-Cola, McDonalds o Zara, por citar algunas de las marcas de gran consumo que han bajado la persiana en el país, en condena al ataque aUcrania–. Es el caso, por ejemplo, de Kone, que informaba que ha bloqueado temporalmente las entregas a Rusia desde el pasado 3 de marzo y ha dejado de firmar nuevos pedidos en el país, en respuesta a las acciones militares rusas contra Ucrania. De formasimilar semanifestaban recientementedesdeOtis. Laempresanúmero236de la listaFortune500de2021 informabaenuncomunicadoquenoaceptaríanuevospedidos de ascensores y escaleras mecánicas y no haría nuevas inversiones en Rusia «por el momento». Las operaciones enRusia supusieron alrededor del 2%de los ingresos deOtis en 2021, fruto, principalmente, de las ventasdenuevosequipos. «Estamos profundamente preocupados por la crisis que se desarrolla en Ucrania. La consiguientepérdidadevidasy laescaladade lacrisisde refugiadosson trágicas», añadíael comunicado de la compañía que afirmaba que «a la luz de estos acontecimientos y las interrupcionesde lacadenadesuministroencurso, hemos reevaluadonuestrasoperaciones enRusia». Por su parte, el GrupoSchmersal ha dado instrucciones a su socio de ventas paraRusia dedetener el suministrodeconmutadores y sistemasdeseguridada los clientes ubicados en ese país, según anunció la compañía el 7 de marzo. Conmayor omenor premura, el goteo de firmas que abandonan el mercadoruso,aunqueseadeformaprovisional,esimparable.«TKElevator veconpreocupación laguerraenUcraniaycondenacualquier formade violencia. Apoyamos y cumplimos plenamente todas las sanciones impuestas y hemos suspendido nuevos negocios en Rusia con efecto inmediato», aseguraban también desde esta firma, en un comunicado publicado en su web el pasado 11 demarzo. Pese a que Rusia y Ucrania no son grandes socios comerciales de la UE (la cuota de las importacionesyexportacionesdebienesdeUcraniasóloasciendeal 0,3%cada una, mientras que la de las exportaciones deRusia es del 1,9%y la de las importacionesdel 1,4%), lassanciones formales, ademásde lasampliasautosanciones, tendrán un fuerte impacto en el comercio este año. Y(desgraciadamente) noseráel únicoasí que, volviendoal iniciodeesteconfidencial, queda claro que este 2022 debe ser el año en el que las empresas se acostumbrenaoperar enesta incertidumbre. Yesenestecontextoenel que la industriade losascensoresse reunirá (¡por fin!), tras más de dos años y medio, de forma presencial en el marco de Interlift 2022. Una edición de la gran cita internacional del ascensor que se perfila como la más europea de su historia y que, pese a un descenso en el número de expositores y de la previsión de visitantes, que ha llevado a sus organizadores a afirmar que esta edición «no se trata de dinero, sino de futuro», estamos convencidos que será un encuentro fructífero. ¡Allí nos vemos! ‘No usar el ascensor en caso de guerra’ Sin ánimo de trivializar una tragedia humanitaria de las dimensiones de una guerra como la que se vive en Ucrania, no podíamos dejar de hacernos eco de este tweet del canal de noticias Visegrád 24 (@visegrad24) en el que se recogía una foto de un grupo de soldados rusos que, presuntamente, cogieron un ascensor para llegar al tejado de un edificio de oficinas. Siempre según Visegrád 24, los administradores ucranianos del edificio los atraparon en su interior cortando la electricidad y usaron la cámara del elevador para tomar una foto ‘conmemorativa’, que ha acabado en Twitter en el marco de la que ya se ha denominado «la primera guerra de TikTok», debido a la proliferación de fotos y vídeos de la misma que se difunden en tiempo real.
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