La ciudad post-crisis Los ascensores juegan un papel clave en un urbanismo vertical más sostenible, seguro y confortable ace ya años que asistimos a una profunda transformación de las ciudades, en un mundo cada vez más urbanizado. Son cada vez más densas y, por tanto, necesariamente tienen que ser más sostenibles, pese a que la pandemia de la Covid-19 haya puesto de manifiesto un amplio campo de mejora tanto en términos de eficiencia energética –clave a nivel medioambiental– como de confort y salud. También la actual situación ha cambia- do la forma en que vivimos, trabajamos y nos desplazamos, con el crecimiento exponencial del trabajo y el consiguiente cambio en las viviendas que, ahora, tienen que responder a esta nueva exigencia. «Aunque es cierto que muchas personas han decidido dejar el centro de las ciudades, hay muchas que permanecen en ellas debido a los servicios y las experiencias que estas ofrecen; y otras, que volverán cuando la situación pandémica se estabilice», apunta al respecto Sergio Álvarez, director de nuevas instalaciones y modernizaciones de Kone Ibérica quien añade que «es por ello que ahora cobra más sentido que nunca hablar de smart cities, ya que son el resultado de la necesidad cada vez más imperiosa de orientar nuestra vida hacia espacios más flexibles, con mayor comodidad para sus residentes y más sostenibles». Ciudades que se sirven de infraestructuras, innovación y tecnología para aportar servicios que faciliten el día a día de sus habitantes, a la vez que disminuyen el consumo energético y reducen las emisiones de CO2. Sea como sea, la pandemia de la Covid-19 ha servido como catalizador de la demanda, aún más centrada en la humanización del urbanismo a través de ciudades más inteligentes en las que las personas se convierten en el centro de todas las actuaciones. El uso de tecnología inteligente para mejorar la expe52 - Ascensores y Montacargas
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