AU19 - Automoción

48 FABRICACIÓN ADITIVA CMB.Tech utiliza la impresión 3D en metal para avanzar en la tecnología sostenible de hidrógeno de doble combustible La fabricación aditiva (FA) está ampliamente considerada como un método de producción sostenible, pero su verdadero impacto está en las innovaciones sostenibles que permite. Como colaborar con CMB.Tech a transformar motores con tecnología de doble combustible para una reducción probada del 80% de las emisiones nocivas. CMB.Tech, la división de tecnologías limpias de CMB, lleva más de diez años trabajando en una tecnología de combustión dual hidrógeno-diésel. ¿Su misión? Ayudar a descarbonizar la automoción pesada, la marina y otras aplicaciones industriales como parte de la transición global hacia una sociedad de emisiones cero. Gracias a la libertad de diseño y las ventajas de producción de la impresión 3D en metal, esta misión avanza a buen ritmo. INNOVACIÓN SOSTENIBLE PARA EL MUNDO REAL La innovadora tecnología de CMB.Tech permite convertir los motores de combustión diésel existentes, en motores de combustión de doble combustible, aspirando hidrógeno en la cámara de combustión. Esto requiere menos inyección de gasóleo, ahorra emisiones y genera la misma potencia del motor. “La mejor manera de mezclar el hidrógeno y el aire es con una estructura anular interna para dispersar el hidrógeno a través de pequeños orificios. Nos dimos cuenta de que la única forma factible de desarrollarlo rápida y fácilmente era mediante la fabricación aditiva”, explica Roy Campe, CTO de CMB.Tech. El anillo de inyección, se fabrica en aluminio mediante impresión 3D por fusión selectiva por láser (SLM), para ajustarse a los materiales preferidos por la mayoría de los fabricantes de motores, desarrollado con la ayuda del especialista en fabricación aditiva Materialise, y encaja a la perfección en su entorno. También responde a dos importantes requisitos del mundo real. En consonancia con las tendencias mundiales de aligeramiento de componentes para minimizar el consumo de combustible y energía, el anillo metálico impreso en 3D pesa sólo 654 g. Además, como la impresión (en lugar de la fundición) de la pieza elimina los costes relacionados con el desarrollo de matrices y el desperdicio de material, su fabricación es aproximadamente un 25% más económica. “La FA cambió por completo nuestra percepción de lo que era posible y mejoró el concepto general”, añade Roy. “No podíamos incorporar fácilmente esas características de diseño en algo fabricado mediante fundición o cualquier otro proceso de fabricación tradicional”. CRECIMIENTO CON LA IMPRESIÓN 3D EN METAL Para avanzar significativamente en sus objetivos, el equipo de CMB.Tech necesitaba producir algo más que un prototipo único. Tras crear una prueba de concepto, seguida de varias piezas de ensayo, llegó el momento de pasar a la producción en serie.

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx