TRIBUNA DE OPINIÓN 57 Más allá del dinamismo aportado por la electrificación, ofrecer vehículos eléctricos permite a los concesionarios tener una imagen positiva y respetuosa con el medio ambiente. Esto se convierte en una ventaja competitiva frente a consumidores cada vez más sensibles a las cuestiones medioambientales y atrae a una nueva clientela preocupada por reducir su impacto ambiental. Las ayudas gubernamentales, junto con la prima a la conversión y el incentivo ecológico, motivan a particulares y profesionales a dar el paso, y esperan tener interlocutores capaces de responder eficazmente a sus demandas. A pesar de muchos beneficios, ¿cuáles son los otros impactos para los distribuidores? La profesión debe responder a la demanda de los consumidores y seguir esta tendencia de electrificación tanto en flotas profesionales como particulares. Sin embargo, esta nueva tendencia obliga a los concesionarios a revisar su modelo económico y encontrar otras fuentes de ingresos para hacer frente a una esperada disminución de los ingresos. De hecho, los vehículos eléctricos requieren menos mantenimiento debido a la simplificación de la cadena de transmisión y la ausencia de ciertas piezas de desgaste comunes (embrague, correa de distribución, etc.). Esto representa una pérdida de ingresos en el servicio postventa de los concesionarios. Sin embargo, la fable mantiene por el momento el flujo de actividades, aunque agrega restricciones para los talleres.
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