La basílica de Aránzazu en el paisaje del Parque Natural Aizkorri-Aratz. Foto: Jesús Martín Ruiz/ Fundación DOCOMOMO Ibérico. 136 Resulta difícil encontrar en el País Vasco un enclave que reúna tanto contenido simbólico y tanta significación cultural como el de Aránzazu. Situado en el municipio de Oñati, su santuario mariano se cuenta entre los más emblemáticos y venerados de España. Ubicado en un entorno natural privilegiado, no solo destaca por su importancia religiosa, sino también por su impresionante arquitectura y por las aportaciones de una generación de artistas que marcaría la cultura vasca contemporánea. Roger Subirà https://docomomoiberico.com/edificios/basilica-de-nuestra-senora-de-aranzazu/ Basílica de Nuestra Señora de Aránzazu en Oñate (Guipúzcoa) Francisco Javier Sáenz de Oíza y Luis Laorga Gutiérrez, 1950-1955 En una remota montaña guipuzcoana, rodeado de los hayedos del espectacular Parque Natural Aizkorri-Aratz, se alza el santuario franciscano que cobija la imagen de la Virgen de Aránzazu. El santuario tiene una larga historia que se remonta al siglo XV cuando, según la leyenda, un pastor llamado Rodrigo de Balzategui encontró una pequeña imagen de la Virgen María entre unos espinos. El nombre del lugar ─que pronto se convirtió en un sitio de peregrinación─ significa, en euskera, ‘lugar de espinos’. La orden franciscana asumió la gestión del lugar que sufrió tres importantes incendios a lo largo de su historia, arrasando los primeros templos y edificios. El complejo actual es el resultado de múltiples reconstrucciones y ampliaciones, pero la decisión de construir una nueva basílica, a mediados del siglo XX, no es motivada por la destrucción
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