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52 REHABILITACIÓN en la casa. En cambio, cuando no se puede recuperar lo restituimos, atendiendo a una serie de formatos de cómo se realizaba en la época”, reconoce Villanueva. Cabe decir que esta fachada ya tuvo una importante intervención en la década de los 80, donde el ‘trencadís’ de vidrio fue sustituido en su totalidad, mientras que el cerámico no fue extraído y, por lo tanto, se está restaurando en la presente actuación. Por su parte, la zona de los balcones, uno de los elementos más destacados de este proyecto, fueron modificados mediante soldadura, se empleó oxidon y se incorporaron refuerzos metálicos, atendiendo a su seguridad, sin prestar atención a su conservación. Además, estos balcones de 14 metros de longitud tienen la particularidad que están en voladizo tensados hacia la fachada y compuestos por ‘volta’ catalana. Para cumplir con estos preceptos, la intervención de maestros artesanos, la mayoría de procedencia local, ha sido clave para comprender el imaginario de Gaudí; así como reponer y reparar como si se viviera a principios del siglo XX. Un trabajo arduo y complejo por la responsabilidad de operar con piezas históricas que forman parte de un contexto y un 'storytelling arquitectónico', así que cualquier toma de decisiones debía ser muy meditada y analizada antes de actuar. “Es innegable que la fachada ha tenido actuaciones que han eliminado su función original, a lo largo de los años. Seguramente por oxidación o porque el sistema estaba mecanizado y atornillado y creaba un cierto movimiento, como si se tratara de mecano, por aquel entonces no comprendieron estos pequeños movimientos y transformaron su funcionamiento. Pequeñas acciones que han provocado la modificación general del comportamiento de los propios balcones lejos de como eran en origen”. Este es, sin duda, uno de los elementos clave del proyecto de la Casa Batlló. Para ello, se decidió apuntalar el 100% de todos los balcones de la fachada que, a su vez, fueron desmontados uno a uno. Así, cada una de las piezas que componen estas grandes rejas de forjado fueron escaneadas tridimensionalmente para documentar y catalogar su estado original pensando en futuras intervenciones y, sobre todo, para trazar cada una de las piezas en los talleres de artesanos que han participado directamente en este proyecto. Sin embargo, la tecnología también ha jugado un papel importante para documentar estas piezas de gran valor artístico, pero también se han geolocalizado para monitorizar en cada momento la ubicación de estas preciadas piezas en los distintos talleres participantes en el proyecto y brindar información fehaciente sobre su estado. “Este importante trabajo previo se ha realizado con el firme propósito que si en 20 años se vuelve a hacer una intervención de esta magnitud se disponga de toda la información, desde el reconocimiento de las piezas originales, hasta las reposiciones e incluso su ubicación en la propia fachada. De este modo, cuando las piezas presentaban escasez de hierro no recuperable se ha hecho una sustitución parcial, mientras que cuando se ha podido reparar y recuperar su estado original también se ha incluido en la memoria del proyecto. El resumen es que el 100% de las estructuras metálicas de los balcones de forja volverán a ser tal y como se montaron en 1906 cuando se rehabilitó el edificio”, añade Villanueva. El estucado de la fachada pasará del tono amarillento que ha perpetuado en el imaginario social a un gris oscuro que es como Gaudí lol proyectó en 1906.

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