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PPROYECTO La Casa Dolors Alesan es, junto al edificio vecino Palau Macaya (actual CaixaForum Macaya) de Josep Puig i Cadafalch, una de las fincas más sobresalientes del Passeig de Sant Joan de Barcelona. Encargada por Dolors Alesan en 1902 al arquitecto Enric Fatjó i Torras, la finca destaca por las artes decorativas, tanto en fachada como en los interiores, y forma parte del Patrimonio Arquitectónico de Barcelona. Bach Arquitectes ha impulsado este proyecto de reforma, rehabilitación y ampliación del inmueble con un nuevo programa de 16 viviendas y la construcción de dos nuevos dúplex, manteniendo la esencia de este emblemático edificio. Rehabilitación, restauración y ampliación de una finca patrimonial de principios del siglo XX RECUPERAR PARA CONSERVAR EL CARÁCTER DE LA FINCA Estucos, escultura en piedra, metalistería y vidrieras forman una fachada de bellas proporciones y presencia en el Eixample barcelonés. En el interior de la Casa Dolores Alesan destaca el hall de entrada y la escalera, con un gran lucernario en la cubierta que proporciona luz natural a todos los espacios. El interior de las viviendas conserva los suelos hidráulicos y la mayoría de techos con decoración en escayola, así como unas bellas tribunas en fachada y galerías en el interior de manzana. Con estas características, el mayor reto para el estudio de arquitectura dirigido por Jaume y Eugeni Bach consistió en definir la intervención arquitectónica para pasar de un edificio de 8 a 18 viviendas, al tiempo que se conservaba el carácter de la finca y se rehabilitaban todos sus elementos decorativos que la hacen tan especial. Para ello, en primera instancia se llevó a cabo una exhaustiva labor de catalogación y redibujo de todos los elementos decorativos de la finca que incluía los suelos hidráulicos, las decoraciones de fachada en piedra, estuco o metal, las vidrieras, las barandillas y los techos y estucos interiores, con el objetivo de recuperar la mayoría de elementos de la finca. “Una parte esencial de esta rehabilitación ha sido restaurar elementos que habían desaparecido, por ejemplo, de la fachada como fueron algunos motivos florales. Gracias a esta labor de catalogación hemos podido recuperar el espíritu original de la casa”, explica Jaume Bach. Una vez catalogados todos estos elementos, el estudio redistribuye el espacio en cuatro viviendas por planta de aproximadamente 80 m2 cada una, adaptándose a la distribución original para poder conservar las proporciones de los espacios originales y los suelos y techos decorativos existentes. En los espacios comunes se realiza, además, una rigurosa rehabilitación de todos los elementos para recuperar el carácter del espacio original, que en algunos casos se había perdido por el desgaste de más de 100 años de historia. ADAPTACIÓN A LA NORMATIVA ACTUAL Uno de los retos del proyecto era que la recuperación arquitectónica y decorativa fuera compatible con la normativa actual, especialmente en materias relacionadas con la resistencia al fuego y en aislamiento acústico entre viviendas y con el exterior. Un estudio meticuloso ha permitido encontrar medidas que aunaran los objetivos del proyecto.

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