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La primera vez que oí hablar de LEAN era conversando con unos ingenieros especializados en optimizar procesos en cadenas de producción. Posteriormente, supe que esta metodología se aplicaba también a la construcción; me pareció imposible. Me cuesta ver las similitudes entre una producción en serie y la construcción de un prototipo (un edificio se construye una sola vez). LEAN es una metodología para optimizar, y en todo proceso, hay el objetivo de minimizar recursos y evitar actividades innecesarias. Aplicar estas premisas al mundo de la construcción significaría garantizar la finalización de la obra en el plazo establecido y minimizar las desviaciones de presupuesto. Esta no es la fama que precede al mundo de la construcción. Para comprobar la implementación de esta metodología en una obra de arquitectura nos pusimos en contacto con el estudio Cantallops Vicente Arquitectes y visitamos conjuntamente la obra del nuevo CAP de Torroella de Montgrí. Con el fin de cumplir con lo que garantiza esta metodología, se establece el camino crítico temporal que abarca desde la fase de proyectación, hasta la entrega del edificio a la propiedad. En el caso concreto del CAP de Torroella de Montgrí, el concurso público se fallaba a la oferta de un proyecto arquitectónico acompañado de una empresa constructora, ahorrando inicialmente parte del plazo de tiempo necesario para licitar, presupuestar y concursar previos al inicio de la ejecución. Incorporar a los industriales ya durante el proceso de diseño permite desarrollar las soluciones constructivas de forma consensuada entre todos los actores de la obra, lo que posteriormente derivará en una mayor rapidez, en evitar el aumento del presupuesto, en una mayor complicidad por parte de todos los implicados en el proceso y en evitar reajustes en las mediciones o posibles cambios, que a su vez generan modificaciones de la de documentación y retrasos en todo el proceso. Este 'modelo' de concursar, formando un equipo entre proyectistas y constructores, podría restringir la creatividad del arquitecto, pues deberá consensuarse con la capacidad técnica del industrial. La parte positiva para el promotor es el ahorro en tiempo y dinero. Evidentemente, cuanto mayor sea el porcentaje de la obra a base de sistemas prefabricados y/o industrializados más fácil será cumplir con la planificación. Viendo el ejemplo de la obra de Torroella de Montgrí se evidencia que el LEAN se puede adaptar perfectamente a la obra tradicional y no necesariamente recurrir a los sistemas prefabricados. Además, es suficientemente flexible para amoldarse a la nueva situación, reajustando plazos y redefiniendo el camino crítico de la obra. Ahora bien, implementar esta metodología no es garantía absoluta de imprevistos. Como en toda construcción, especialmente bajo rasante, pueden surgir eventualidades que exijan modificar los plazos. Así pues, el LEAN entendido como el control integral de todo lo que rodea al proyecto y ejecución de una obra (documentación gráfica, mediciones, contratación y construcción) dirigido desde una sola plataforma informática, que incluye desde la documentación hasta las comunicaciones, así como las tareas asignadas a cada parte y la fecha límite de entrega, ha resultado ser del todo eficiente para evitar dilaciones, evitar desvíos presupuestarios y concluir el proyecto con éxito. 29 PROYECTO La opinión del arquitecto ORIOL MUNTANÉ

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