Sin embargo, la resistencia a tracción y compresión perpendicular a la fibra es mucho más baja (Módulo de elasticidad E90, g, mean=1400 N/mm2). La compresión es el esfuerzo característico producido en la zona de apoyo de los vidrios, donde se concentra mucha carga en poca superficie. Al actuar de forma perpendicular a la fibra, la madera no es capaz de soportar el esfuerzo, por lo que debemos ser capaces de transmitir esas reacciones a los montantes sin que se produzcan deformaciones o fenómenos de aplastamiento. Sumado a esto, al ser una carga algo excéntrica, se puede llegar a producir un pequeño momento debido al peso del acristalamiento. El problema se solucionará generando un calzo en L que sea capaz de trasladar el peso del vidrio al montante. En la zona donde se ubique, los perfiles de aluminio se unirán a los elementos de madera con más tornillos y sin colisos, de modo que todo el conjunto trabaje de modo solidario. Según el caso y las cargas a soportar, puede ser necesario colocar una escuadra inferior de acero en el bastidor modular de madera como refuerzo de las secciones. Inercias de madera y aluminio en sistema de tapeta. Cargas de travesaños. Esquema 3D de calzo de vidrio en L para transmitir cargas de vidrio al montante. 42 TECNOLOGÍA AFL
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