20 PROYECTO con la ligereza de los paños enfoscados de las cubiertas que evocan a los paramentos encalados de las viviendas tradicionales en Galicia”, explica el arquitecto Paco Galiñanes. Ese deseo de que Entreviñedos fuera un elemento integrado en el paisaje se tradujo en una vivienda de una sola planta de 400 metros cuadrados, pero de una diversidad volumétrica en el que las estancias se encuentran diferenciadas. La apertura de patios interiores, dentro de estos volúmenes, ha contribuido a reforzar la conexión de la vivienda con el exterior a través de la vegetación, creando incluso jardineras sobre los muros, para mimetizar el proyecto con el paisaje. La distribución del hogar se organiza en torno al salón, y de manera lineal, despliega la cocina, el estudio y la habitación principal. De modo que estas estancias conectan visualmente, a través de una fachada de vidrio de 32 metros de longitud, con el macizo de pinos centenarios, referencia del entorno. En la zona de los porches exteriores se han dispuesto celosías que filtran la luz, enriqueciendo el ambiente del interior. Para las zonas pavimentadas del exterior se empleó adoquín de granito, combinándose tres tipos de piedra: silvestre, albero y moreno, con el objetivo de conseguir un aspecto más natural en su acabado. En el interior, la vivienda se resuelve con la utilización de pocos Plano de la planta única de esta vivienda que destaca por su diversidad volumétrica, para diferenciar cada uno de los espacios interiores. Unas celosías contribuyen a generar luz interior, a la vez que delimitan el espacio interior del exterior de la residencia, donde los elementos naturales se integran en la propia arquitectura y diseño interior. Fotos: Fotos: Iván Casal.
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