AQ31 - IARQCO

PPROYECTO El proyecto de arquitectura destaca por el uso de materiales de proximidad con la artesanía autóctona como la piedra, la madera, el acero o el enfoscado blanco La vivienda se convierte, así, en un elemento más del entorno. Se construye en una parcela de 3.000 metros cuadrados, en una única planta, para que se extienda horizontalmente por el espacio, creando una uniformidad con el paisaje. Y completando la idea de diluirse en el entorno natural que lo rodea, el uso de materiales de proximidad y procedentes de la naturaleza es un ‘must’ en este proyecto de arquitectura, apostando por la artesanía autóctona como la piedra, la madera, el acero o el enfoscado blanco, para convertir esta residencia de líneas simples y limpias en un espacio moderno y funcional, que se beneficia de las privilegiadas vistas panorámicas que le confieren. “Queríamos que la vivienda se fusionara con el entorno a través del diseño, pero también a partir del uso preciso de cada uno de los materiales empleados en su construcción. De este modo, el acero cortén, con una tonalidad marrón, enlaza con la corteza de los pinos de fondo, mientras que la piedra emplea técnicas ancestrales como es la mampostería a hueso, cuya técnica ha sido catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2019, y en cuyo proceso se va dando forma a cada pieza para que encaje con el resto. Así, la piedra y el acero como materiales más robustos constituyen la zona de la casa en contacto con el terreno, en contraste Una arquitectura minimalista y moderna para esta residencia Entreviñedos, que ha diseñado el estudio de Paco Galiñanes. Foto: Iván Casal. El uso de la mampostería es una de las técnicas empleadas en la construcción de esta casa que se fusiona con el paisaje. Foto: Iván Casal.

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