ASOCIACIONES 47 A partir de 2010, empezamos a incluir también el SATE, Sistema de Aislamiento Térmico Exterior, que en aquellos momentos todavía era conocido como ETICS; creo que fuimos los primeros en traducirlo al castellano. A pesar de que es un producto cuya función principal es el aislamiento térmico de fachadas, fueron las empresas del mundo del mortero y de la pintura las que impulsaron los DITE (Documentos de Idoneidad Técnica) de este sistema en su momento y los ETE (Evaluación Técnica Europea) ahora. Aunque ya había obras que habían incorporado, este material hacía más de 30 años, fue a partir de 2010 cuando el SATE empezó a tener una presencia más importante en las obras, fruto de las cada vez mayores exigencias energéticas de las edificaciones. En 2014 nos unimos con un grupo de empresas que habían llegado a España específicamente para expandir este producto y que habían creado un pequeño subgrupo en Andimat, la Asociación Nacional de Fabricantes de Materiales Aislantes, en la que también participamos. Así, incorporamos este subgrupo a Anfapa y empezamos a ser una asociación más representativa y con mayor potencial. En España, se creó hace unos veinte años también la asociación Afam, que acogía a miembros con nuestro mismo perfil a las que se añadían algunas empresas del ámbito de morteros para albañilería, que en Anfapa estaban en aquella época representados de manera muy testimonial. Iniciamos algunas conversaciones para intentar unirnos y en 2019 llegamos a un acuerdo, con lo que a partir del 1 de enero de 2020 empezamos a caminar juntos con un solo nombre, Anfapa. Esta unión facilita también los tratos con la Administración y con el resto de asociaciones internacionales. En la actualidad contamos con 39 empresas adheridas. Anfapa es una asociación muy heterogénea, en el sentido que tenemos desde pequeñas empresas locales, con facturaciones que rondan los tres millones de euros, hasta empresas multinacionales, de origen internacional o español, de gran peso, con facturaciones que llegan a superar los cien millones de euros. Es una asociación muy representativa, con sus tres secciones: morteros para albañilería, morteros técnicos, y SATE. ¿Qué papel quieren jugar las asociaciones de fabricantes en el sector de la construcción estatal, donde ya existen técnicos, constructoras, universidades, etc.? A veces me da la sensación que hay cierta desconexión entre todos los protagonistas del sector y que necesitaríamos encontrar puntos de encuentro. Desde Anfapa intentamos ejercer esa tarea. En diciembre pasado, por ejemplo, tuvimos algunas reuniones con el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) para tratar algunos temas concretos sobre las posibilidades futuras del SATE, porque este producto no tiene por qué ser una solución uniformizadora de las fachadas, como pueden percibir algunos arquitectos. Es un sistema que tiene incluso soluciones específicas para recuperar edificios históricos. También tenemos reuniones con el MITMA acerca de temas de eficiencia energética y del programa de fondos NextGeneration, una cuestión que, desde nuestro punto de vista, no acaba de despegar. Estamos también en contacto con las universidades. A lo largo de los años de vida de la asociación hemos impartido más de 240 jornadas técnicas, muchas de ellas enfocadas hacia el mundo universitario. Estas soluciones se han tecnificado muy rápido, son productos que a veces se perciben como demasiado novedosos y, quizás, los mismos arquitectos y demás profesionales del sector todavía no conocen sus capacidades reales. Las tareas de formar, divulgar y comprender sonmuy importantes en nuestro sector. En 2004 se creó una norma de adhesivos específicos para la colocación cerámica y desde Anfapa empezamos a hacer conferencias en Colegios de Arquitectos. Cuando se acababan estas conferencias, algunos técnicos admitían que no sabían que existieran tantas variedades de mortero-cola. Pero todo ha evolucionado, y con ello también los productos adhesivos cementosos. Antes, las baldosas cerámicas tenían unas medidas dominantes de 40 x 40 cm y eran bastante porosas. Luego surgieron los productos cerámicos porcelánicos, de absorciones por debajo de 0,5%, prácticamente vítreos. Surgen posteriormente los grandes formatos, junto con las capas intermedias de aislamiento acústico a ruido de impacto y las de calefacción radiante. Por lo tanto, se van creando unas necesidades de fijación, que con el convencional mortero de cemento y arena, y un poco de látex, no se solucionan. El profesional prescriptor y la constructora buscan morteros que tengan la seguridad de que si se aplican correctamente funcionarán, que están fabricados siguiendo un proceso industrial, con una norma de control de calidad, etc. Así se ofrecen unas garantías a la hora de prescribir el producto idóneo que hay que solicitar.
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