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Arriba, las marquesinas durante la restauración de 2008. Abajo, el edificio en su estado previo a la restauración, en 2005. © Junquera Arquitectos El estado de las marquesinas tras la restauración en 2014. Foto: Ximo Michavila en la National Galerie de Berlín, diseñada por el maestro del movimiento moderno Mies van der Rohe. Chipperfield ha actuado como el ebanista en un mueble clásico o un restaurador de pintura en un Velázquez. En una intervención de autoría invisible ha devuelto el edificio a su estado original de 1969. En situación similar se encontró el estudio Junquera Arquitectos para una intervención de enorme dificultad en el Hipódromo de la Zarzuela, obra de los arquitectos Arniches y Domínguez y el ingeniero Torroja. El Hipódromo fue inaugurado en 1941 en un terreno de 109 hectáreas, después de una construcción que se empezó en 1935 y fue interrumpida por la Guerra Civil. Es, sin duda, una de las obras referentes del movimiento moderno, no ya por su aprecio entre arquitectos e ingenieros, sino por ser una obra moderna –no siempre entendidas ni valoradas– que ha tenido la bendición del gran público, visitantes y usuarios, que alaban la estética del conjunto y el impecable funcionamiento de las instalaciones. Belleza, pureza y funcionalidad sin adornos. Honestidad constructiva y estructural al servicio del deporte, el ocio y disfrute de la sociedad. ARQUITECTURAS DEL MOVIMIENTO MODERNO

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