RESEÑA 97 La primera mitad del libro se inicia con la arquitectura excavada del Mamut y la arquitectura rural de Dogon Village en Bandiagara, en Mali, fruto toda ella de un trabajo humano y animal como fuente de energía. Era necesario hallar unas áreas donde poder cultivar los alimentos, para el autoabastecimiento con lo cual significaba una vida con un consumo mínimo energético. Continúa con la agricultura y la ciudad ilustrado con la ciudad mesopotámica de Uruk en Irak. Los gobernantes se encontraron con recursos de alimentos y trabajo, que les permitió la construcción de las pirámides de los faraones egipcios. El carbón aporta nuevas posibilidades para los materiales. El clasicismo con el Partenón y la ciudad de Parsa, como ejemplos principales, y el imperio romano que usaba moderadamente la madera, porque la utilizaban para la construcción naval, que fue sustituida por la construcción de mampostería, que aprovechaba la cantidad de mano de obra que tenían a su alcance. La piedra ornamental en la Roma imperial con el Panteón romano, los baños de Caracallala y la granmezquita de Damasco son algunos ejemplos de ello. Sigue con el renacimiento italiano con la Plaza de San Pedro de Bernini, como ejemplo icónico del mismo. La piedra y la madera deben cortarse y desplazarse, los ladrillos estructurales hornearse. El cristal y el hierro necesitan grandes aportes de energía, con lo cual es prohibitiva su ejecución hasta la era de los combustibles fósiles, el carbón, el petróleo, el gas y la electricidad. En la segunda mitad del libro nos introduce al uso de los ladrillos y el mortero, con lo cual significa un consumo mucho más elevado de energía para generar arquitectura. Aparece la arquitectura georgiana en Londres y, en especial, en Liverpool. Un magnífico ejemplo del uso del ladrillo que se muestra de la ciudad de Londres es la estación de tren Saint Pancras y Everton Libray de Liverpool. Continúa con el auge del carbón y la agricultura en EEUU, entre los años 1850 y 1920, con la introducción de las nuevas tecnologías, tanto en la industria como en la construcción, lo cual lleva a un consumo excesivo de energía. Se muestran una serie de edificios de New York, como ejemplo de ello. Algunos como Pulitzer Building, Carnegie Hall, Singer Building o Guaranty Building éste último de Sullivan y Adler. El libro avanza con el tratado del auge del petróleo y de la electricidad, lo cual es sinónimo de un consumo energético descontrolado. Algunos ejemplos de ello son grandes superficies fabriles de automoción como Ford’s Highland Park o Fiat Lingotto Factory. Con la aparición de la electricidad en las viviendas, estas se convierten en máquinas para vivir y se muestran la Villa Savoye de Le Corbusier, la Casa Rietveld y la Bauhaus, como ejemplos. Sigue con el auge de la posguerra entre 1939 y 1990, con la introducción de la calefacción, el aire acondicionado y la propia electricidad, donde muestra ejemplos como University of Anglia en Norwich, Unitée d’Habitation en Marselle de Le Corbusier, The Salt Institute de L. Khan en California o Lever House de Gordon Bunshaft en New York. Continúa con la descripción del estilo del Brutalismo internacional, con la arquitectura de color gris como las Torres Blancas de Madrid de Sáez de Oiza, Pirelli Building de Marcel Breuer en Connecticut, Modern Tokyo’s Past Creator de Kenzo Tanger, Diesel Building de Brasilia de Oscar Niemeyer, Finnish American Airport de E. Saarinen o Lloyds Building de R. Rogers. Y como final de este itinerario arquitectónico tan apasionado y novedoso se cierra con la gran revolución energética actual mostrando, como ejemplos, la Ópera de Sydney de Jorn Utzon, el Museo Guggenheim de Bilbao de Frank Gerhy y la Guangzhou Opera en China de Zaha Hadid. El tema se hace extensivo en el urbanismo de megaciudades como el crecimiento de la ciudad china de Shenzhen, entre los años 1980 y 2013. El último apartado que se trata es acerca de los edificios verdes y expone un ejemplo muy interesante Cork House en Berkshire, diseñada por el arquitecto y profesor Matthew Barnet Howland, con la particularidad que los cerramientos son bloques de corcho prensado y con unos volúmenes piramidales que desempeñan la función de lucernarios, para iluminar con luz natural los espacios interiores. Este último ejemplo, Barnabas Calder nos muestra que la forma puede derivar de la energía, donde siempre se había indicado que la forma derivaba de la función. ¿Y cuántas veces hemos pensado que la energía era un tema secundario o complementario para generar la arquitectura? Pues considero que este libro puede ser una revolución, por considerar la energía como un aliado imprescindible, para generar una arquitectura de calidad y simultáneamente, que actúe como herramienta para amortiguar la emergencia del cambio climático con la reducción del CO2 en lo que a arquitectura se refiere, aunque éste pueda parecer un concepto inicialmente abstracto.n
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