El diseño interior es una extensión del exterior. Líneas suaves y limpias con el blanco como color predominante y donde los espacios diáfanos bañados por la gran luz natural entra por los grandes ventanales. Fotos: Diego Opazo. 28 PROYECTO Una de las particularidades de esta casa es que mantiene una unidad cromática. Para ello, la estructura de hormigón se aísla térmicamente por el exterior, con un estuco de cal liso, flexible y blanco como acabado. El resto demateriales, como son las paredes, pavimentos, grava de la cubierta... mantienen el mismo color para enfatizar ese carácter unitario. El efecto que se consigue es que en la parte superior se sitúe la zonade sombra, donde,metafóricamente, la viviendamira tranquilamente hacia el mar, donde el balcón actúa de mirador constante. Y bajo el sol se ubica la piscina que reposa sobre una cala tranquila. El punto de inflexión lo pone la escalera exterior, que propone un recorrido sugerente por las distintas estancias como son el jardín en el sótano, de conexión entre el sol y la sombra… Sin duda, se trata de una residencia llena de connotaciones y desafíos, que le convierten en un enclave único. El interior es una proyección del exterior. De este modo, el blanco se materializa tanto en paredes y pavimentos como en mobiliario y equipamiento de cocina, para crear una única unidad. Se apuestan por los espacios amplios y diáfanos, que garantizan unas vistas panorámicas desde cualquier ángulo. Pero también se crea ese efecto aislante con las rocas a pie de casa, para reforzar esa idea de estar alejados de la civilización, para una desconexión total. Líneas limpias, simples y funcionales, que permiten esa capacidad de ‘camuflaje’ con el entorno. n
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