20 PROYECTO zamiento, maximizando al mismo tiempo las condiciones de salud y sostenibilidad de sus ocupantes. BailoRull Arquitectura incorporó todos los criterios de sostenibilidad y salud en el diseño de este edificio, primando los grandes espacios luminosos y el uso de materiales agradables y flexibles. “El proyecto se planteó hace diez años y desde el inicio se propuso a la propiedad y al ayuntamiento, la necesidad de revisar las condiciones urbanas, teniendo en cuenta la evolución que había sufrido el emplazamiento”, explica Manuel Bailo, fundador del estudio BailoRull+ADD Arquitectura. El solar donde se sitúan las oficinas ha pasado de ser un antiguo polígono industrial a ser uno de los accesos más transitados de la ciudad. “La propuesta de modificación consistía en cambiar la volumetría original de nave industrial de tres plantas ocupando todo el solar, a un nuevo edificio en altura de nueve plantas”, indica el arquitecto. La nueva volumetría está formada por diferentes edificios alineados y retirados de la fachada a la calle en planta baja, presididos por un volumen alto escalonado que organiza el entorno a escala urbana. “La modificación permite, sin aumentar edificabilidad, definir un nuevo acceso a la ciudad dando lugar a una nueva centralidad. Asimismo, ‘levantar’ el edificio permite ganar fachada, iluminación y ventilación naturales e incorporar los criterios de sostenibilidad y salud buscados desde un inicio por Marcove y por H.A.U.S.”, indica Manuel Bailo. De hecho, por cada 7,2 metros cuadrados de oficina en espacio interior, los usuarios del Slow disponen de 1 metro cuadrado al aire libre. “Este movimiento urbanístico genera, a su vez, unas servidumbres de paso peatonal que, de acuerdo con el ayuntamiento, permitirán que en el futuro los patios interiores de las manzanas se conviertan en un espacio de uso público y convivan con el flujo de personal con el espacio del Merkantic, un mercado de antigüedades. Todo ello debería acabar de consolidar este espacio de transformación urbana, no tan industrial sino también de actividad comercial y terciaria”, afirma Bailo. Las fachadas del edificio son diferentes en función de su emplazamiento y soleamiento y la cubierta del volumen de planta baja y planta primera se convierte en cubierta ajardinada, que ofrece a los usuarios de las oficinas un espacio exterior verde que permite a los usuarios del edificio un lugar de encuentro y relajación, donde hacer ejercicios de gimnasia e, incluso, reuniones de trabajo. VOLUMETRÍA Y FACHADAS La modificación puntual ha permitido que la volumetría propuesta defina un espacio interior de trabajo con vistas dobles al paisaje y ventilación cruzada. El resultado es un volumen El edificio Slow Building define una nueva centralidad urbana, en una zona s que se constituye como una nueva puerta de entrada a la ciudad. Imagen: BailoRull + ADD Arquitectura. Desde BailoRull se propuso modificar las condiciones urbanas de la ubicación con la modificación de la volumetría original de nave industrial de tres plantas ocupando todo el solar, a un nuevo edificio en altura de nueve plantas. Imagen: BailoRull + ADD Arquitectura.
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