Stock Breakage Los recientes sucesos internacionales han puesto de manifiesto, a través de la denominada rotura de stocks, la gran dependencia de los sectores económicos con respecto a las decisiones políticas. Por doquier se oyen comentarios, “voy retrasado”, “tendré que parar”, “no encuentro material a un precio razonable”, etc. La densa tela de araña que habíamos tejido de interdependencia comercial mundial, desarrollada bajo la denominación ‘globalización’, ha demostrado que por sí misma no impide los conflictos bélicos, ni garantiza la solidez de nuestros sistemas productivos. Buscando maximizar la eficiencia y el beneficio hemos fraccionado, cada vez más, los procesos y explosionado los proveedores rompiendo un edificio en mil añicos, que forman un puzle de albaranes que en la obra exhiben la extensa geografia planetaria. La construcción, tal como la veníamos entendiendo, es una conjunción de materias primas, energía y conocimiento. A la amenaza climática se ha sumado esta restricción sobrevenida en la circulación y disponibilidad de las materias primas y energía, utilizadas ahora como arma en la negociación política. Si cada vez somos más interdependientes nos encontraremos ante la encrucijada de obstaculizar, cada vez más, al adversario restringiendo la oferta o bien cooperar de forma complementaria. En este camino se advierte la necesidad de recuperar conceptos como reservas soberanas, proveedores locales, energías de proximidad, tecnologías resilientes, etc. Si estos procesos se repiten o cronifican, el sector de la construcción deberá poner todo su conocimiento disponible, para establecer planes de contingencia, fomentar la innovación de proximidad o estimular el reciclaje. En ello estamos. TRIBUNA Joan-Lluís Zamora, Doctor Arquitecto, Coordinador del Grupo de Investigación LiTA (Laboratorio de Innovación y Tecnología en la Arquitectura) de la UPC (Universitat Politècnica de Catalunya) en la ETSAV
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