iARQCO_AQ19

82 COLUMNA El pasado mes de enero, presentamos en el COAC los datos de edificación en Catalunya del año 2021, que sitúan las cifras a niveles anteriores a la pandemia y evidencian la tendencia negativa que ya observábamos en 2019. Del análisis global, nos preocupa una vez más la falta de rehabilitación, que representa sólo el 28% del total de superficie visada. Esta cifra contrasta con la situación de nuestro parque edificado, uno de los más antiguos de Europa con más del 70% construido antes de 1980, previa existencia de normativa que incorpore aspectos sobre calidad térmica, uso racional de recursos y eficiencia energética. No existe todavía cultura rehabilitadora. La sociedad no ha dejado de evolucionar a lo largo de la historia y, con ella, también ha cambiado y evolucionado lo que pedimos a nuestro entorno. Aun así, el cambio no se ha producido suficientemente en aquello que desde siempre ha formado parte de nuestra evolución: la vivienda. La falta de cultura rehabilitadora en nuestro país ha provocado que los edificios, donde pasamos lamayor parte de nuestro tiempo, hayan quedado obsoletos. Desde el Colegio de Arquitectos hace años que insistimos en el protagonismo que puede tener la arquitectura y el sector de la construcción, en respuesta a los Activar la cultura de la rehabilitación en respuesta a los compromisos de desarrollo sostenible Assumpció Puig, Decana del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya retos y compromisos que tenemos como sociedad, con los objetivos de desarrollo sostenible, con el cambio climático y con la mejora de nuestro bienestar. Derruir y volver a construir conlleva una huella ecológica que no podemos permitirnos. La apuesta estratégica es la rehabilitación, renovación y mejora de nuestros edificios, barrios y ciudades con una mirada integral. Debemos, pues, activar esta cultura de la rehabilitación. Un edificio adaptado a los requisitos actuales de sostenibilidad no sólo nos permite ser más eficientes y aportar más a la sociedad, sino que también conlleva ganar en bienestar, salud y felicidad. La llegada de los fondos de recuperación Next Generation este 2022 debe ser una ayuda, para impulsar este cambio de cultura, una oportunidad para adaptar el parque inmobiliario y dar respuesta a las necesidades actuales de eficiencia, salud y bienestar, así como hacer frente a los retos de futuro, para alcanzar los retos de descarbonización para el año 2030 y 2050. Con el compromiso de las administraciones, los profesionales y la ciudadanía podremos impulsar la transformación necesaria para nuestros edificios y ciudades. Éste es el gran reto. n

RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx