AP3 - Aquapres

RIESGOS HIDROLÓGICOS 61 tiendo el flujo libre de las escorrentías identificadas como peligrosas, en lugar de plantear grandes alteraciones de la topografía superficial o sistemas de drenaje complejos. Siguiendo con la premisa de realizar un diseño lógico, también es necesario analizar el diseño del drenaje en base a la infraestructura que se está dise- ñando. En general, las normativas de referencia que se utilizan en diversos países para condicionar este diseño están pensadas para obras lineales y de carreteras, donde un diseño deficiente puede repercutir muy negativamente en la infraestructura, por lo que suelen ser muy restrictivas con respecto a las velocidades máximas admisibles y priorizan el revestimiento con hor- migón. No obstante, en instalaciones fotovoltaicas no tiene sentido aplicar estas restricciones, ya que el drenaje debe diseñarse únicamente para pro- teger las vías internas que permiten la operatividad de la planta. Por tanto, es mucho más lógico invertir en el mantenimiento de cunetas en tierras más que proyectar grandes redes muy invasivas y hormigonadas, que solo sirven para concentrar el flujo y aumentar su velocidad, generando nuevos riesgos en las áreas situadas aguas abajo. CONCLUSIONES Una de las conclusiones más impor- tantes que hemos extraído de nuestra experiencia es que, en general y lamentablemente, los estudios de inundaciones se realizan en una fase demasiado avanzada de los proyectos, cuando el diseño está prácticamente definido y con poco tiempo para reaccionar a las conclusiones del estudio hidrológico. Particularizando para la instalaciones fotovoltaicas, esto puede generar muchas situaciones indeseadas, como pérdida de potencia de generación eléctrica en la instalación, problemas de tramitación con las administración hidráulicas (Dominio Público Hidráulico y zonas asociadas), o sobrecostes indeseados (necesidad de balsas de laminación, cuencos disipadores, estructuras hidráulicas de mitigación del riesgo, horas de ingeniería para el rediseño, etc.). Además de los riesgos, otro condicio- nante que se puede evitar es el de elegir parcelas sin un drenaje definido aguas abajo, lo que se traduce en complejas obras de evacuación o de laminación-disipación para no empeo- rar la situación hidrológica aguas abajo. Por tanto, se recomienda realizar la caracterización hidrológica e hidráulica junto con los estudios previos. Tanto para la evaluación de riesgos como para el diseño del drenaje, es necesario elegir correctamente los periodos de retorno a emplear. En el caso de las instalaciones fotovol- taicas, es recomendable conocer los resultados para T=10-25-100-500 años; siendo T=100 años el periodo más adecuado para fijar las medidas restrictivas a la implantación y T=25 años el más adecuado para el drenaje. Estos periodos de retorno se definen en base a las normativas habituales, pero también en base a la lógica. Por tanto, pueden servir también de guía para el desarrollo de proyectos en cualquier país, aunque atendiendo siempre a las normativas locales. En cuanto a la compatibilidad de usos, la tipología de cimentación y colocación de los paneles foto- voltaicos los hace compatibles con ciertos calados (menos de 25 cm) y velocidades (menos de 0.5 a 1.0 m/s en función del terreno y la cobertura vegetal) esperables para T=100 años. No obstante, otras instalaciones como las casetas o los inversores son más susceptibles a estos calados, por lo que es más recomendable situarlas fuera de zonas inundables o elevarlas ligera- mente con respeto al terreno natural. Además, en caso de proyectar una subestación eléctrica, es conveniente situarla fuera del contorno inundado para T=500 años. Por último, en cuanto al drenaje, es recomendable trazarlo en una fase avanzada del proyecto, cuando el diseño es prácticamente definitivo, ya que la configuración final de la planta variará mucho las necesidades constructivas de la red de drenaje, así como su dimensionamiento. Además, la escorrentía superficial difusa (calados y velocidades bajos), por lo general, no va a generar riesgos en la instalación, por lo que el drenaje deberá se poco invasivo, respetando los cauces prin- cipales, y limitándose a proteger los caminos o plataformas singulares, de forma que se asegure la operatividad de la planta.  Ejemplo de erosión en relleno antrópico en Murcia.

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