AP3 - Aquapres

22 SANEAMIENTO se eleva hasta el 5%, cuando se suman el abastecimiento y el saneamiento. Esta situación contrasta con el gasto que realizamos en otros servicios o “utilities” como la electricidad, el gas o el teléfono. Así, nuestro esfuerzo se sitúa un -29% por debajo de la media europea en agua, frente a un +23% y un +25% por encima de la media en elec- tricidad y telefonía, respectivamente. Se entiende como “esfuerzo” econó- mico del ciudadano la relación entre lo que paga por el agua respecto a los ingresos que recibe (Consejo General de Economistas). Por lo que cuesta un refresco paga- mos el equivalente a dos días y medio de consumo en una vivienda de una familia de tres miembros. Con 1,90 euros se puede disponer del mismo volumen de agua que 1.000 botellas de agua de un litro compradas en un supermercado y que costarían unos 390 euros. LAS TARIFAS DEL AGUA NO CUBREN LOS COSTES Y DEBERÍAN ADAPTARSE RESPONSABLEMENTE PARA AVANZAR EN LA RECUPERACIÓN DE COSTES Y GARANTIZAR LA SOSTENIBILIDAD En España, las tarifas son muy hete- rogéneas en función de la localidad y no cubren todos los costes de los servicios de agua urbana, lo que está repercutiendo en el deterioro de las infraestructuras y la prestación de los servicios. La tarifa actual solo cubre, y no siempre, los gastos operativos del servicio, pero no los relativos a las infraestructuras: amortización, reno- vación y nuevas actuaciones para la mejora de prestaciones o calidad del agua y servicio. El sector del agua considera necesa- rio establecer una estructura tarifaria clara y transparente para el usuario, de manera que el precio del agua refleje su valor real y asegure la gestión sos- tenible a largo plazo y las necesarias inversiones para actualizar el com- plejo patrimonio hídrico y mejorar las infraestructuras que permitan el óptimo servicio ciudadano. En ese sentido, estima que debería producirse una subida escalonada tarifaria controlada y progresiva en los próximos 10 años, que llevaría a España a niveles similares a la media europea. Esto permitiría dar cumpli- miento a los preceptos de la Directiva Marco del Agua que establece los prin- cipios de “recuperación de costes”, una “adecuada contribución del usuario” y de que “quien contamina paga”, y que siguen los países más avanzados del norte de Europa. Asimismo, los cánones aplicados al agua deben ser transparentes y fina- listas, destinados a mejorar el servicio, sobre todo para la depuración de las aguas residuales. A pesar del esfuerzo realizado en los últimos años dotándonos de un gran parque de depurado- ras, seguimos sin cumplir los objetivos fijados por la Unión Europea. AGUA EN ORIGEN Y CALIDAD DEL AGUA DE GRIFO El 74,4% del agua cap- tada para abastecimientos corresponde a aguas super- ficiales, el 16,7% a aguas subterráneas y demanan- tiales, y el 8,9% restante a aguas desaladas. Respecto a las condiciones sanitarias de las aguas de consumo, el exhaustivo control de los operadores y autoridades sanitarias muestra que los consu- midores pueden confiar plenamente en su cali- dad. El agua de grifo es de absoluta confianza.

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