Infraestructuras en la UVI Como si de un mástil sobre el que abanderar la marca España por el mundo se tratara, las infraestructuras han sido uno de nuestros más visibles sellos de identidad. Un símbolo de modernidad y vanguardismo. Santo y seña del progreso de nuestro país, que se convirtió en una potencia exportadora de un know-how atesorado durante los años más recientes de nuestra historia. Pero ahora, de tanto apretarse el cinturón, comienzan a entrar en la UVI, poniendo contra las cuerdas el liderazgo de las compañías que orgullosamente enarbolan el 'made in Spain' allá donde vayan. Fernando Argüello, director general del Foro para la Ingeniería de Excelencia (Fidex) decir, promover la colaboración público-privada para el desarrollo de infraestructuras. Para ello se requiere modificar la 'Ley de Desindexación de la Economía Española' para hacer atractiva esta fórmula a los grandes inversores internacionales. Esta modificación debe hacerse en el desarrollo reglamentario del artículo 10 de esta Ley, aprobada en 2017, que reduce a mínimos la rentabilidad de los contratos de concesión, ahuyentando al inversor privado y dificultando el lanzamiento de planes de inversión pública basa- dos en esta fórmula de financiación público-privada. De hecho, la norma especifica que la rentabilidad media de un proyecto en concesión a más de cinco años de plazo no podrá superar el valor de la deuda del Estado a diez años más un diferencial de 200 puntos básicos. Esto significa que la rentabilidad para un contrato de concesión a cinco años ha de estar muy por debajo (3,5%) de los umbrales mínimos (6%- 8%) a los que está dispuesto a entrar un fondo de inversión privado. Sin calidad, no hay futuro Igual que hablamos de mejorar las condiciones de inversión para fondos privados, es indispensable también mejorar las condiciones de contratación de los servicios de ingeniería. Es cierto que el sector se ve amparado ahora por una Ley Pues bien, no parece que la actual legislatura vaya a tener un fuerte acento inversor en infraestruc- turas. El mensaje desde el Ministerio de Transportes va enca- minado hacia el cambio del modelo para hablar más de movilidad que de infraestructuras, cambio lógico a la vista de las nuevas formas de mo- vilidad que van apareciendo cada día. Pero no debemos caer en el error de pensar que esta “nueva movilidad” no necesita de nuevas infraestructuras, ni que equipamientos que eran ne- cesarios hace unos años ahora hayan dejado de serlo. Así, aún están cuanti- ficadas en más de 800 las actuaciones pendientes y prioritarias en nuestro país en materia de transporte, agua y medio ambiente. De hecho, todos tenemos en la retina esa imagen de un tractor adelantando a un tren en la pro- vincia de Teruel. Yo mismo suelo ir habitualmente a Calamocha (Teruel) y compruebo que en la N-211 (de Alcolea del Pinar a Monreal del Campo) y en la N-234 (entre Daroca y Calatayud) todavía hay tramos de carretera que cruzan numerosos núcleos urbanos y que piden a gritos una variante. No podemos olvidar que las infraes- tructuras no son un gasto, sino una inversión. Y una inversión de carácter netamente social. Las admi- nistraciones deberían cambiar esta percepción. Lo que comento del Bajo Aragón es necesidad social, es movilidad y es 'hormigón'. Tan solo un ejemplo de tantos. Es verdad que los compromisos con Bruselas atenazan y cualquier iniciativa del Gobierno para flexibi- lizar el techo de gasto no supondría más fondos para obra pública. Sin embargo, si es cuestión de financia- ción, lo que hay que buscar es una alternativa en forma de colabora- ción público-privada. Y sí parece que desde el Ministerio que ostenta José Luis Ábalos hay voluntad política para alcanzar un pacto de Estado en este asunto. Sin atractivo, no hay inversión Esta colaboración público-privada es uno de los temas pendientes para el Gobierno desde los tiempos de Íñigo de la Serna como ministro de Fomento, cuando se planteó el llamado PIC que quedó sin ejecutar. El problema con esta alternativa de financiación es que, por muy buenas intenciones que un Ejecutivo tenga, si el escenario legal no es el adecuado nadie arriesgará un euro, por lo que resulta fundamental mejorar las condiciones. Por tanto, desde Fidex abogamos por un cambio normativo para dar entrada a la financiación privada y obtener los recursos necesarios para la ejecución de estos proyectos, es 44 Infraestructuras