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52 SEGURIDAD ALIMENTARIA Según los datos del Sistema europeo de Alerta Rápida sobre Alimentos y Piensos (RASFF), las principales causas de las alertas están relacionadas con la detección de microorganismos patógenos (especialmente salmonella y listeria); la presencia de residuos de plaguicidas; y el hallazgo de sustancias no declaradas o cuerpos extraños. En el caso de salmonella, la RASFF recoge para España una docena de alertas en 2023, entre las que destaca una notificada a últimos de junio por su presencia en queso elaborado con leche pasteurizada de vaca y cabra de España, que también se distribuyó en Portugal y que tuvo que ser retirado del mercado sin constar que hubiera personas afectadas. LA TEMIDA LISTERIA En cuanto a la presencia de la bacteria Listeria monocytogenes, hubo una decena de notificaciones serias, y destacó el alcance de la alerta lanzada a mediados de octubre por la Junta de Andalucía por detectarse en varios productos cárnicos comercializados, aunque no se informó de ningún caso de infección humana. Esta bacteria causó cuatro fallecimientos en 2019 en España debido a un brote en carne mechada y fue el mayor en España hasta el momento. En 2023, se produjo una alerta – trasladada por Galicia a finales de noviembre– sobre la presencia de ambos patógenos (listeria y salmonella) en brotes germinados de alfalfa y de alfalfa con rúcula. PESTICIDAS O “CUERPOS EXTRAÑOS” En número de importancia, sobresalen las nueve alertas serias por presencia del insecticida clorpirifos (ampliamente utilizado en los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol). En este caso, es importante la activada a finales de marzo por España, al hallarlo en maíz para hacer palomitas y que fue distribuido también en Andorra y en Portugal. En un nivel de relevancia similar se hallan las notificaciones por presencia de componentes no declarados, especialmente alérgenos, de los que se activaron ocho alertas en 2023. Las alertas alimentarias retroceden en España cerca de un 8% en 2023 Las alertas alimentarias retrocedieron en España cerca de un 8% el año pasado, con algo más de 180 notificaciones serias. De ellas, una mayoría (el 85%) conllevó destrucción, prohibición de comercio y retirada del consumo del producto, entre otras acciones de relevancia. Juan Javier Ríos, Efeagro Según el análisis de los datos, existió una alerta sobre presencia de apio en tarritos de verduras de la huerta con pollo y arroz, procedente de España, a finales de octubre. Existen, además, las referentes a la detección de “cuerpos extraños” en alimentos y que pueden ser desde fragmentos de plástico hasta de cristal o piezas metálicas. Así ocurrió, por ejemplo, a mediados de marzo cuando España notificó fragmentos de vidrio en aceitunas, que fueron distribuidas también a Dinamarca; el producto fue destruido tras su detección. LOS CASOS DE BOTULISMO Mucho más residuales son las alertas por botulismo, pero tienen relevancia sanitaria y España fue el origen de una de las tres activadas en la Unión

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