Carmel Mòdol, secretario de Alimentación del Departamento de Acción Climática, junto a Josep Usall, director general del IRTA, durante la presentación del CiPA. taria, porque los nuevos ingredientes y productos basados en proteína alternativa se basan también en el aprovechamiento y valorización de coproductos, subproductos, residuos o excedentes del sector agroalimentario. Pero finalmente, los consumidores son los que evalúan y eligen su dieta. ¿Cuál es el impacto social de la implementación de estos alimentos? ¿Qué echan de menos en comparación con los productos cárnicos tradicionales, o qué rechazan? Resulta clave considerarlos en los procesos de innovación, por lo que el CiPA también se dotará de un laboratorio de neurociencia. Todo esto comportará una ampliación del conocimiento de los parámetros nutricionales, funcionales, sensoriales y de seguridad alimentaria de estos alimentos. Y, por supuesto, este conocimiento se transferirá al sector productivo, que podrá transitar, acompañado por el IRTA y el nuevo CiPA, de forma eficiente, segura y sostenible hacia la alimentación del futuro. n En el CiPA se valorizarán fuentes de proteína alternativas a las tradicionales: vegetales, fermentación con hongos y otros microorganismos, algas e insectos
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