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53 PACKAGING se adhiere firmemente al metal de la lata que recubre y presenta propiedades anticorrosivas frente a la sal y cualquier líquido. Tras realizar pruebas con comida simulada, el próximo paso es probar su eficacia en latas y envases que contengan alimentos reales y evaluar su aplicación industrial. Con este estudio, titulado ‘Bio-based lacquers from industrially processed tomato pomace for sustainable metal food packaging’, publicado en la revista Journal of Cleaner Production y el que también participan investigadores de la Universidad de Málaga, la Universidad de Sevilla, el Instituto Italiano de Tecnología y la Universidad Politécnica de Las Marcas, los expertos proponen una alternativa biodegradable para recubrir los envases alimenticios basada en la bioeconomía circular de un producto como el tomate. El objetivo es reutilizar un desecho, el orujo de ese fruto, como materia prima para otros bienes, en este caso las latas de conservas y otros envases que contengan comida. “Partiendo de un residuo, obtenemos una materia prima ecológica y sostenible, con un impacto ambiental muy bajo, ya que reducimos la generación de basura y al mismo tiempo minimizamos la extracción de recursos fósiles para la fabricación de estos mismos recipientes”, explica a la Fundación Descubre el investigador del Instituto Hortofrutícultura Subtropical y Mediterránea ‘La Mayora’, Alejandro Heredia. Actualmente, el acero y el aluminio son los principales materiales empleados para fabricar latas y envases metálicos. En contacto con los alimentos, estos pueden corroer el metal, contaminando así la comida conservada. Para evitarlo, el interior de estos recipientes se cubre con una capa muy fina que protege al metal de esa corrosión. Esta resina adhesiva se denomina epoxi, un plástico derivado del petróleo que contiene bisfenol A, más conocido como BPA. Es un compuesto químico industrial que protege a los alimentos pero, al mismo tiempo, desprende partículas que interfieren en la salud humana. “El BPA es similar a los estrógenos, es decir, pasa a la comida como un disruptor endocrino, como hormonas, y se asocia a la aparición de enfermedades como el cáncer, la diabetes y problemas de crecimiento en bebés y adolescentes”, apunta Heredia. Por ello, el uso de BPA en España para la fabricación de envases de alimentación como latas y bebidas está prohibido por la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular de 2022. LACA HIDRÓFOBA, ADHERENTE Y ANTICORROSIVA Para obtener esta resina, los expertos dejaron secar las muestras de orujo de tomate y las sometieron a un proceso de hidrólisis, es decir, eliminaron cualquier resto de agua y se quedaron con los lípidos, en este caso grasa vegetal. Equipo del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea ‘La Mayora’ (CSIC-Universidad de Málaga) responsables de este trabajo. Foto: Isabel Díaz. Proceso de obtención de la resina a partir de desechos de orujo de tomate. Foto: Isabel Díaz.

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