59 SEGURIDAD ALIMENTARIA confirmado que todas ellos sean nocivas. Sin embargo, el quinto producto químico es el resultado de la transformación de uno de los otros cuatro –creado con los neumáticos en uso–, y sí se ha demostrado que es tóxico. Se trata de la sustancia química 6PPDquinona (procedente del 6PPD) y se ha relacionado con la muerte masiva de salmones en Estados Unidos. “Nuestras mediciones demuestran que las plantas absorbieron todos los compuestos que investigamos a través de sus raíces, los transfirieron a las hojas de lechuga y los acumularon allí”, informa Sherman. “Además, esto también sucede cuando las plantas no están expuestas a las sustancias químicas directamente, sino indirectamente a través de las virutas de neumático, lo que significa que la lechuga absorbe continuamente las sustancias químicas potencialmente nocivas que se liberan de las partículas de abrasión de los neumáticos a largo plazo”, indica Thilo Hofmann. LA LECHUGA PRODUCE METABOLITOS CUYA TOXICIDAD AÚN NO SE HA EVALUADO Utilizando métodos de espectrometría de masas de alta resolución, los investigadores no sólo midieron hasta qué punto las sustancias químicas previamente definidas acabaron en las plantas de lechuga, sino que también identificaron las sustancias que la lechuga metabolizaba: “Las plantas procesaron las sustancias y al hacerlo produjeron compuestos que no se habían descrito antes. Como no conocemos la toxicidad de estos metabolitos, suponen un riesgo para la salud que no se ha podido evaluar hasta ahora”, subraya Thorsten Hüffer, científico principal del CMESS. Los metabolitos identificados son bastante estables en la planta. Por lo tanto, lo más probable es que se conserven hasta llegar a nuestros platos. “En el cuerpo humano, sin embargo, estos compuestos se descomponen muy fácilmente. Así, si alguien come una lechuga contaminada de este tipo, las sustancias químicas originales podrían volver a liberarse en el organismo”, explica Sherman. SIGUIENTE PASO: ANALIZAR LOS PROCESOS DESCRITOS EN SISTEMAS EDÁFICOS Y DETECCIÓN EN AGUAS AMBIENTALES En estudios próximos, el equipode investigación vienés planea trazar mejor la posible trayectoria de los contaminantes de los neumáticos desde la carretera: “Los procesos que hemos investigado probablemente tienen lugar de forma diferente en los sistemas edáficos. En una próxima etapa, estudiaremos la posible absorción de los aditivos de los neumáticos a través de las raíces de las plantas desde los suelos”, informa Ruoting Peng, coautora del estudio, que en su proyecto de fin de carrera rastrea la presencia de una gama aún más amplia de aditivos en el medio ambiente, centrándose en la contaminación de las capas freáticas. MICROPLÁSTICOS: UNA FUENTE DE CONTAMINACIÓN A LARGO PLAZO Para comprender mejor la forma en que esas sustancias químicas entran en el medio ambiente, en un proyecto en curso el equipo de investigación trata de obtener datos sobre la concentración de estas sustancias a lo largo del río Danubio en cooperación con el proyecto CleanDanube. En este estudio, el interés de los investigadores se centra tanto en los mecanismos de liberación como en las cantidades y en el comportamiento a largo plazo de los contaminantes. El estudio, también publicado en Environmental Science & Technology, analiza durante cuánto tiempo los microplásticos liberan contaminantes en el medio acuático (ríos, lagos o aguas subterráneas). En concreto, se centraron en los ftalatos, aditivos utilizados principalmente en la producción de PVC para aportar flexibilidad y estabilidad. “Estos plastificantes ya se han detectado por todas partes en el medio ambiente. Sin embargo, se sabe poco sobre su proceso de liberación a partir de los microplásticos y sobre cómo las condiciones ambientales pueden influir en esa liberación”, explica la autora, Charlotte Henkel. “Nuestros análisis han demostrado que los microplásticos de PVC estudiados pueden liberar ftalatos en los sistemas acuáticos durante más de 500 años”. Lamedida en que esto ocurre depende siempre de las condiciones ambientales. No obstante, según Thilo Hofmann, el estudio demuestra claramente que “una vez que los microplásticos han llegado al medio acuático, siguen siendo una fuente potencialmente contaminante”. Además, “en el caso de los ftalatos, lo es durante mucho tiempo”, concluye.n En el futuro, los geocientíficos investigarán si las plantas de lechuga absorben las sustancias químicas liberadas por la abrasión de los neumáticos en los sistemas del suelo y de qué manera. Foto: Stephanie Castan y Gabriel Sigmund.
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