77 SMART FOOD y poder así realizar elecciones bien documentadas”, afirma la científica del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos (ICTAN). Si bien no hay una definición oficial, “se podría decir que los superalimentos son alimentos con un origen generalmente exótico que no formaban parte de nuestra alimentación habitual hasta hace pocos años, pero que se han promocionado en los últimos tiempos debido a sus efectos en la salud, aparentemente muy poderosos”. Ese ‘poder’ no siempre está refrendado por la comunidad científica, por eso la autora comienza su texto explicando cómo se desarrollan las investigaciones en nutrición que determinan si un alimento es beneficioso o no para nuestra salud. Partiendo de esa base, que es el cambrón, una planta similar que se cultiva en Almería, y que presenta propiedades similares. Se publicita mucho, y es verdad, que las bayas de goji contienen polifenoles, “pero en cantidades similares a otras muchas frutas, como la ciruela”, aclara Jara Pérez. Otro componente por el que destacan es el betacaroteno. “Se insiste en que su contenido es superior al de la zanahoria, pero también es cierto que con el consumo de 50 gramos de zanahoria estaremos cubriendo las necesidades diarias de dicho compuesto”. Un libro del CSIC aporta recomendaciones prácticas para identificar informaciones falsas sobre los superalimentos y separar la evidencia científica de la especulación la especialista en nutrición aborda el análisis de diversos grupos de superalimentos para, en algunos casos, desmontar, y, en otros, explicar con detalle sus propiedades y cómo se pueden incorporar a nuestra dieta para que realmente obtengamos algún beneficio de su consumo. BAYAS DE GOJI FRENTE A ZANAHORIAS Un clásico dentro de los top ten de superalimentos son aquellos que contienen antioxidantes, sobre todo polifenoles, un grupo de compuestos que pueden reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2. En este escenario aparecen las bayas de goji. Todo el mundo ha oído hablar de este producto, procedente de tierras lejanas, pero poca gente sabrá lo Además, añade la investigadora, “otra cuestión que se debe considerar es el precio de estos productos, porque un kilo de bayas de goji suele costar unos 15 euros, mientras que la misma cantidad de zanahorias vale algo más de un euro”. Esto nos lleva a uno de los mensajes más reiterados dentro del texto: en el campo de la alimentación, un producto más caro no significa que sea nutricionalmente mejor. “Si nos gusta comer bayas de goji, açaí (una fruta tropical que se toma en forma de batido) o cualquier otro alimento incluido en estas listas podemos consumirlo, pero los antioxidantes, al igual que otros compuestos que se asocian a los superalimentos, se encuentran presentes en todos los alimentos pro-
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