43 plástico por el papel de envoltura para alimentos, los investigadores optaron por el uso de nanocelulosa como aditivo ya que disminuye la permeabilidad, aumenta la resistencia del papel y mejora algunas propiedades físicas, tales como la densidad y la porosidad. “La nanocelulosa refuerza las propiedades del papel, lo mantiene con alta resistencia y también podría sellar su porosidad. Una gran diferencia entre el plástico y el papel es que este es mucho más poroso y de ahí viene el problema de la transferencia de gases a través del material”, explica Gonzáles. Esta iniciativa busca contribuir al cuidado del medio ambiente mediante el aprovechamiento de los recursos Por su parte, Aldo Cárdenas, coinvestigador del proyecto, señaló que este papel con nanocelulosa permitirá envolver alimentos como el pescado, una pera, una manzana o una mandarina: “Al envolverlos, vamos a evaluarlos cada cierto tiempo para ver si efectivamente ha habido un mayor grado de maduración por el fluido de aire, o quizá una degradación de la fruta, o si esta ha mantenido sus colores, etc. De acuerdo a eso vamos a determinar si este papel ha presentado mejores características”. Este producto, que es completamente ecológico, ya empieza a tener buenos resultados, demostrando que la porosidad otorgada por la nanocelulosa mejora considerablemente, llegando a superar el paso de fluidos como el aire. Además, también aumenta la resistencia del papel. “Actualmente estamos trabajando con la empresa Carvimsa, dedicada a fabricar papel y cartones, y han mostrado su interés en la aplicación de nuestro producto. Hemos aplicado la nanocelulosa mezclada con su fibra de papel y se ha logrado obtener una mejora en las propiedades mecánicas”, precisa el investigador principal. Este proyecto –financiado del Concytec a través de su unidad ejecutora Prociencia, con apoyo del Banco Mundial– busca darle un valor agregado y aprovechamiento al uso del bambú, con el fin de atender y dar una respuesta favorable a la problemática ambiental.n
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