AFL - Arquitectura en Fachadas Ligeras_AF40

ENTREVISTA matizar los espacios interiores, las fachadas integran unos cojines térmicos. Y por el anillo perimetral de 1,5 metros de ancho que las une pasan todos los circuitos de instalaciones convencionales, las redes y las posibles instalaciones que puedan venir en el futuro. Al final, la fachada acaba adqui- riendo el protagonismo de todo el proyecto. Para poder ceder todo el protagonismo a la fachada se ha de poder industrializar y casi implementar de manera mecánica, los diferentes paneles se han de poder conectar entre sí. En estos casos los conflictos siempre aparecen en las juntas, en las conexiones. Todo se lleva a la fachada, incluso en el caso del tren del funicular. Sus paredes, que son las piezas que se hacen en fábrica, integran todos los equipamientos. Si abriéramos una de las chapas veríamos en el interior de sus paredes los circuitos de todas las instalaciones, incluso la climatización. Todo se lleva a la fachada, incluso en el caso del tren del funicular. Sus paredes, que son las piezas que se hacen en fábrica, integran todos los equipamientos. Si abriéramos una de las chapas veríamos en el interior de sus paredes los circuitos de todas las instalaciones, incluso la climatización. A mi entender, el futuro de las fachadas no pasa, posiblemente, por hacerlas más delgadas, sino más gruesas, pero cargán- dolas de más responsabilidad. Ya no es solo el lugar donde se da el intercambio con las condiciones exteriores: la fachada puede albergar también la captación de energía y puede ser el lugar que informa un proyecto de edificio. Muchos de los proyectos acaban simplemente en el vestido. La Bartlett tiene un departa- mento que está trabajando en tejidos conductores que repelen el agua, cap- tan energía. En mi equipo de proyectos, pero yo soy el único arquitecto.¡Y somos quince personas! Hay un especialista en robótica, un ingeniero, un filósofo… Si todo lo sigue haciendo únicamente un arquitecto no se avanzará. Si apli- camos estos vestidos conductores, las fachadas acabarán adquiriendo mayor responsabilidad y acabarán siendo las que resuelvan muchos de los proyec- tos. La fachada tendrá un primer abrigo y un segundo, pero éste será el que incorpore la información. Tienes razón en que la palabra clave es innovación. A mí todo lo que sea innovación y curiosidad me interesa. Cuando hicimos la sede de iGuzzini con el tejido de Serge Ferrari, que era un material de recubrimiento exterior, lo que me interesó de entrada fue saber de qué estaban hechas estas fibras. Ya se empezaba a hablar de tejidos que pudieran eliminar el CO 2 . Yo me preguntaba si no podían tener algún tipo de componente que ejerciera esta función. Aquí es donde más me interesa trabajar sobre las fachadas. Hay una serie de fachadas ligeras que conocemos, que pue- den ser más estrechas o más gruesas, pero a mí me interesa contar con las tecnologías más innovadoras para incorpo- rarlas a este vestido. Para encontrar estas respuestas puedo buscar también en departamentos de química, por ejemplo. No sé si de aquí a 20 años un edificio será capaz de generar su propia energía, pero sería lo deseable. Hay una serie de cosas que han de cambiar, y estos cambios vendrán de la innovación, de la investigación, de la tecnología, de muchos otros ámbitos de la investigación que no son propios de la arquitectura, pero que pueden decir y aportar mucho. El ejemplo citado del tren, en el que abriendo sus paredes vemos que todas las instalaciones y funciones pasan por allí, en un grosor de solo 12 centímetros, nos lleva a pensar que quizás con las fachadas podríamos hacer lo mismo. Las paredes del funicular Cuca de Llum integran todas los equipamientos del tren. 54 AFL

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